XIV: Sangre Japonesa

819 66 75
                                    

Darien Pov

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Darien Pov

En una de las tantas tardes opacas, como las que se venian repitiendo desde hace varias semanas, el chico pelinegro estaba muy apurado para poder llegar a tiempo a su clase parcial. No era una de sus favoritas, no importaba cuanto tiempo él se matara estudiando, simplemente era la materia que menos sentido tenia para él. El contenido no tenia la reputación de ser favorable para los jovenes, a pesar de que él tenia experiencia y habilidad en poder comprender libros y textos sumamente densos y aburridos, pero esta materia no era agradable precisamente.
Y eso sólo significaba el doble de esfuerzo, asi que hoy se preparó para ir a una clase de tutoría en la universidad, de ninguna forma iba a aceptar sus insatisfactorias calificaciones. Debía ponerle más atención a esa falencia a como dé lugar.

Se encuentra caminando acelerado, esquivando a toda la gente tan monótona como la lluvia que acontece. En sus pasos replica el sonido mojado del agua en el asfalto, cubriendo la vereda de una fina capa humeda...
Justo él no habia alcanzado a llevar su paraguas, a pesar de que en las noticias le habían advertido sobre el tiempo cambiante, pero hoy no se pudo ser prevenido para ese caso. Sus torpezas del día de hoy, le demuestran lo atontado que está, y no parece poder despabilarse tampoco, la situación tensa con esa materia le ha afectado tal manera, que parece un niño despistado.

Tapandose la cabeza con su morral, para evitar que la lluvia, que empezó a rugir fuertemente, le tapase la vista, sigue acelerando la marcha entre la multitud. Pero el suelo es aún más resbaloso, y él estaba casi trotando para ser puntual a la clase, por lo que, mientras anda a ciegas y sin equilibrio, sucede lo temido, ha terminado por resbalarse, chocando contra alguien que venía hacia su dirección. Cayendo de frente, siente que su morral se suelta de sus manos mojadas y cae sobre la cabeza de la otra persona, quién suelta un pequeño quejido.

-Lo Lamento!, ¿Estás bien? Fui demasiado rápido caminando y....- Mientras torpemente intenta explicarse, levanta la vista y lo que ve lo deja perplejo. Un chico de su edad aproximadamente, de cabello blanco esponjoso a la vista, como si fuera una nube o si estuviera hecho de vapor, le mira pestañeando rápidamente, logrando que las gotas de lluvia que amenazaban con entrar en esos preciosos ojos grises azulados, caigan por sus mejillas. Sus pestañas son rubias por partes y oscuras por otras, su piel parece ser sumamente suave y reluce incluso mojada, parece tener una textura de porcelana fría, con tintes rosados. Fijandose en sus labios brillantes por las gotas, se percata de una mueca de molestia, por el golpe recibido, pero rápidamente al verle, aprecia una pequeña sonrisa coral que se asemeja a la de un niño travieso. Tiene un aspecto andrógino exótico impresionante, por un segundo casi piensa que era una mujer pero su confusión lo hizo avergonzarse.

Este debe ser el hombre más hermoso que vi en mi vida...

Anonadado por la apariencia tan etérea de dicho sujeto, solo atina a disculparse. Mira justo en dónde habia caido su morral hace unos momentos, el joven se habia tocado la cabeza, con el ceño medio fruncido.

Sailor Stars: El Resurgir De La LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora