Capítulo VII; Maniático.

622 53 34
                                    

La desesperación los invadió a ambos con una intensidad que se hacía evidente en el aire

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La desesperación los invadió a ambos con una intensidad que se hacía evidente en el aire. Yoongi, con una destreza impresionante, guió al hombre que jadeaba, sintiendo cómo su mandíbula era recorrida por las suaves mordidas de un deseo que parecía no tener fin. Jimin, incapaz de resistir la fuerza de la atracción, se recostó completamente sobre el sofá, el cuerpo relajado pero el rostro aún marcado por la ansiedad, mientras Yoongi, implacable, se inclinaba hacia él para continuar su beso con una urgencia que parecía ir en aumento.

Era como si ambos fueran imanes, tan perfectamente alineados que no existiera ninguna fuerza capaz de separarlos. La conexión era tan profunda que resultaba imposible negar lo que ocurría entre ellos, y no podía evitar repetirse una y otra vez que, en cualquier escenario que los involucrara a Yoongi y a Jimin, ya fuera en una cama o, como en ese preciso momento, sobre un sofá, el resultado siempre sería el mismo: una tensión palpable y un deseo sin frenos.

—E-el... Mmh~ —dijo Jimin, su voz temblorosa, apenas audible, pues las palabras se veían interrumpidas por los jadeos incontrolables que escapaban de sus labios.

Yoongi, que había estado concentrado en la acción, frunció ligeramente el ceño al no comprender de inmediato.

— ¿Qué? —preguntó, sin despegar los labios de Jimin, pero con un tono que indicaba confusión.

— ¡El... seguro! ¡Carajo, Yoongi! —repitió Jimin, esta vez con una urgencia visible, sus ojos llenos de desesperación al observar a Yoongi sonreírle con una expresión ladina mientras señalaba la puerta ya asegurada—. Eres lento, idiota. —La frustración de Jimin era palpable, y aunque su cuerpo seguía atrapado en un torbellino de sensaciones, su mente aún se aferraba a detalles como este.

Yoongi, al percatarse finalmente de lo que Jimin señalaba, no pudo evitar una sonrisa más amplia, una que dejaba claro su divertimento ante la situación.

— ¿Cuál es tu problema? —dijo Yoongi, su tono juguetón pero con una pizca de molestia—. ¿A dónde quedó el “hyung”, eh? Y además, ¿por qué me insultas tanto? —preguntó con cierto desdén, sin apartarse de Jimin, como si no tuviera prisa por resolver el conflicto. Era como si el tiempo y el mundo entero pudieran detenerse, tan absorto estaba en él.

Jimin, sin perder tiempo, respondió con una dosis de hartazgo evidente en su voz, ahora un poco más calmada pero aún llena de impaciencia.

—Tómame y cállate, ¿podrías hacerlo o es mucho para tu estúpida boca? —La frustración se filtró en su tono, y aunque sus palabras fueron ásperas, también había un deseo claro, un llamado a la acción, a no perder más tiempo con palabras vacías.

Yoongi, lejos de sentirse ofendido, se permitió un pequeño resoplido y una sonrisa burlona. Estaba completamente fascinado por la pasión y la determinación de Jimin. Lo miró con una mezcla de diversión y deseo, y sin dudarlo un segundo más, se deshizo de la camiseta de Jimin con una rapidez que no dejaba espacio a la duda: estaba decidido a seguir el curso de sus más oscuros deseos.

Enchanted To Meet You | YoonMin (Serie Only, 1) CORRIGIENDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora