¿𝙼𝚎 𝙱𝚞𝚜𝚌𝚊𝚜? || 𝚂𝚒𝚗𝚁𝚒𝚗

𝙸𝙽𝚀𝚄𝙸𝙻𝙸𝙽𝙰𝚂

— ¿Este lugar está solo?

— No lo sé, parece que si— Yerin siguió caminando por la grande recepción.

El lugar les parecía un lugar muy bien cuidado para ser algo que había sido "abandonado" hace mucho... Aunque bueno, SinB siempre tenía excepciones con algunas cosas.

— Yerin, esa puerta se ve en muy mal estado, ¿Nos podemos ir?— Preguntó al ver cómo una vieja puerta de madera dependía de nada para caer.

— Amor, esa puerta es lo de menos en este lugar.

— Yerin, es en serio, no podemos quedarnos aquí porque no creo que haya alguien en un lugar...— La voz de SinB fue cortada por otra voz llamativa que provenía del lugar.

No era una voz conocida, ni tampoco se podría de decir que de alguien de una edad avanzada; su voz era de alguien joven, una voz delicada pero a la vez fuerte.

Las dos voltearon queriendo observar a la dueña de la voz, encontrándose con una mujer castaña con un ceñido y pulcro pantalón negro y una camisa limpiamente blanca.

— Hola, veo que acaban de llegar ¿En qué les puedo ayudar?

— Necesitamos un cuarto— Dijo Yerin sin pena alguna.

— No, espera— La detuvo su acompañante— ¿Quién es usted y qué es este lugar?

La de pantalones negros rió por la actitud de la cabello rojizo, su actitud sobreprotectora le daba risa pero a la vez le molestaba, ¿Enserio creía que podía prevenir todo? Vaya que algunas personas despertaban su curiosidad... Y otras tantas, su molestia.

— Lo lamento, que maleducado de mi parte. Mi nombre en Nayeon, Im Nayeon, soy la dueña y cuidadora de este pequeño orfanato.

— Ves Yerin, es un orfanato, no un hotel, vámonos de aquí—SinB tomo la mano de su novia dispuesta a irse

No quería saber las razones por las cuales un "orfanato" estuviera dentro de un bosque ni el por qué no había ni un rastro de niños, simplemente quería irse, pero de nuevo Nayeon habló.

— No se preocupe señorita, si ustedes necesitan un cuarto, este lugar tiene cuartos desocupados por los pocos niños que hay...

«¿Había niños?» se preguntó SinB.

— ... Además, sería buena idea, está anocheciendo.

— Tiene razón, SinB. Ven, hay que entrar— Yerin intentó convencerla.

— Claro que no, Yennie. Ella puede ser una loca, asesina o cualquier otra cosa.

— Auch, eso me dolió— Comentó Nayeon de manera exagerada pero sarcástica, llevándose una mano al pecho.

— SinB, no seas grosera, solo quiere ayudar— Regaño— Disculpe a mi novia, nos vendría muy bien dónde dormir en lo que vemos como salir de aqui.

—Será un gusto ayudar— Sonrió mostrando sus dientes que asimilaban a los de un conejo— Vengan pasen por aquí, espero que los niños no causen muchas molestias.

Se encaminaron por el largo pasillo que conectaba a lo que se suponía que eran los cuartos, pasando así por lo menos cinco puertas, tres de ellas estaban un poco abiertas pero SinB no podía ver a los dichosos niños que existían ahí.

— A todo esto, debería ser yo la que desconfíe de dejar pasar a dos extrañas a mi orfanato, con mis niños. ¿Cuáles son sus nombres?

— Cierto, señorita Nayeon. Que maleducado de nuestra parte, mi nombre es Yerin, Jung Yerin y ella es mi novia Hwang Eunbi.