Se despertó abrazando una almohada, Yerin no estaba. Prendió el móvil, eran las 8 de la mañana ¿Que estaría haciendo despierta tan temprano?.
Se levantó y encaminó al pasillo el cual estaba totalmente en silencio, tal vez el decir que había niños era una mentira, lo más probable es que si.
Bajo por las escaleras, pasando por el pasillo con intención de dirigirse a la sala principal, lo hubiera logrado de no haber sido porque un par de risas la detuvieron en una puerta.
— Y ella se llama Sana— Se escuchó explicar a la pequeña voz angelical.
— ¿Sana también quiere jugar conmigo?— Le siguió la voz de su novia.
La puerta estaba levemente abierta, y se podía observar como estaban sentadas en el piso encima de almohadas, una enfrenté a la otra con la única excepción de una almohada vacía.
— Sana no puede jugar con nadie— Continuó la niña de apodo Eunha— Tiene un trato muy fuerte con Jihyo, su amiga, eso dice ella— Susurró— Pero Jihyo se pone celosa si habla o quiere a alguien más.
¿De quien hablaban? No había más niños en esa habitación, y ella no había visto acto de presencia de algún otro. La piel se le puso de gallina intentando pensar que solo era un amigo imaginario producto de una niña, pero sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo cuando su novia contesto.
— Oh, ya veo. Supongo que solo podemos jugar con ella cuando Jihyo no esté.
Hasta el momento solo había tenido conocimiento de Eunha, parecía ser la única en ese lugar. SinB por primera vez en su vida quería estar equivocada y que Eunha no fuera la única. Yerin también hablaba de ellas, así que ella también la veía, o bueno, por lo menos así funcionaba para SinB.
— ¡SinB! ¿Qué haces ahí?— No supo en que momento la puerta dejo de ser su escondite dejándola parada en el marco a vista de las otras dos personas.
— ¿Yo? Nada... Solo venía a buscarte, escuche tu voz pero supuse que estabas ocupada, de hecho ya me iba- Explico trabando de sonar convincente— ¿Has visto a Nayeon?
— No, no he salido de aquí desde que llegué ¿Cierto cariño?— Preguntó Yerin a la pequeña niña.
— Mami ha estado aquí desde muy temprano.
¿Le acaba de decir mami a Yerin? Quería escuchar la enorme excusa que tenía para ahora ser la "mami" de una niña de orfanato.
— Ves amor, ¿Para que la quieres?
— Necesito platicar unas cosas con ella, voy a buscarla. Te veo después.
SinB iba saliendo cerrando la puerta consigo cuando nuevamente escucho como la niña le decía "mami" a Yerin, junto con que estaban esperando a que Sana llegará.
No quiso escuchar más, después le preguntaría a Yerin con detalle.
Ahora empezaba su plan "salir de un lugar desconocido lo más pronto posible". Pensó en salir y dejar a Yerin mientras ella iba por ayuda, lo descarto cuando no le parecía viable que ninguna de las dos se quedará sola, el intentar llamar por teléfono quedó descartado cuando no funcionó en el bosque... Pero ¿Un orfanato debe de tener línea de teléfono, no es así?.
Caminó hacia la pequeña recepción buscando a Nayeon y si era tan buena persona con las almas en desgracia pedirle un favor tan pequeño como lo era una llamada no se le sería negado.
— ¿Tu quien eres?— Escucho una voz a sus espaldas encontrándose a una mujer de no más de 25 años.— ¿Eres la nueva perra de Nayeon?
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¿𝙼𝚎 𝙱𝚞𝚜𝚌𝚊𝚜? || 𝚂𝚒𝚗𝚁𝚒𝚗
FanfictionTodo aquí es algo por descubrir, solo un extraño mito que estaban dispuestas a confirmar... Aunque no fuera de una manera planeada. Yerin se pierde en un bosque y el recordar aquel relato provoca que quiera confirmarlo, aunque claro, SinB siempre es...