¿𝙹𝚄𝙽𝚃𝙰𝚂?

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— ¿Todas aquí juntas?— Preguntó Yerin obteniendo un asentimiento de SinB que seguía acomodando cobijas.SinB, no cabemos, deja que cada una se vaya a su cuarto.

— No.

— Pero no cabemos todos me la misma cama

— Dormiré en el suelo, pero ellas se quedan— Dijo acomodando la última almohada, iba en serio. Yerin por su parte solo la veía con una mirada espectante— ¿Que Yerin?

— Estoy esperando a que razones que no cabemos todas aqui, no estoy jugando.

— Pues yo si, Yerin. Ahora yo quiero jugar a la mamá y como tal cuídare de mis hijas— Aventó una almohada al suelo, probablemente con la dormiría esa noche.

— Ya curaste a Wheein e hiciste que Yuna y Eunha se hablaran ¿Qué más buscas?

— Que nadie se las lleve, y todavía tengo que cuidar mejor a WheeinDijo volteandose buscando una cobija— Que al parecer es la única cuerda— Susurró para ella misma.

SinB se mantenía con lo de cuidar, tal vez castigando un poco a Yerin sobre el hecho de decirle que eran las mamás de esas niñas, aunque su intención no cambiaba y es que de que verdad no quería que otra vez se llevarán a alguien.

Las menores no tardaban en regresar, y es que su mamá SinB les había dicho que fueran por sus pijamas y peluches para tener una pijamada y así levantarle el ánimo a Wheein sobre lo que sea que le haya sucedido, ya que la pequeña no quiso decir a qué se debían esas marcas.

Si bien a la pareja no le costó detener y desinfectar las cortaduras que no eran muy profundas, no dejaban de preocuparse, y es que cualquiera lo haría para después ir buscando respuestas, aunque en este caso, no consiguieron nada.

Eunha fue la primera en llegar, como cada noche en la que Yerin le iba a dar las buenas noches, llevaba su peluche de osito abrazándolo contra su pecho. No conocían mucho en gustos a Yuna, su pijama morada le quedaba grande e igual llevaba su peluche para dormir solo que este era un conejo.

Esperaron a que Wheein llegará un poco más atrás de ellas, cosa que no fue así. SinB no quería seguir esperando, entre más antes estuvieran todas juntas mejor sería.

— ¿Y Wheein?— Le preguntó a Eunha.

— Dijo que tenía que buscar al señor bigotes— Explicó mientras acariciaba la cabeza del oso .

SinB le creyó pero aún así no podía estar perdiendo más tiempo así que fue en busca de la pequeña.

Camino hasta a llegar a la habitación que ya conocía, la puerta estaba entre abierta dejando ver a Wheein sentada en el suelo dando la espalda hacia la entrada.

— Cariño ¿Estás bien?— Preguntó sin recibir respuesta.

Escuchó más atentamente logrando captar pequeños hipidos, se acercó poco a poco intentado llamar su atención.

— Cariño, ¿Por qué lloras? Ven con mamá y le cuentas qué sucede ¿Si?— Intento tomarla del hombro pero Wheein solo se movió brusco, no querían que la tocaran.

— Tu- tu lo sabías, prometiste decírmelo— Tenía su pijama azul que le quedaba grande, así que se restregó sus ojos con las mangas.

— Puppy no se de que hablas, ven vamos con mami— Por segunda vez quiso agarrarla solo que esta vez de la mano, la cual tampoco fue dada.

¿𝙼𝚎 𝙱𝚞𝚜𝚌𝚊𝚜? || 𝚂𝚒𝚗𝚁𝚒𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora