Cap. 15: ¿A donde se van?

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Flores frescas
Retoñan en una tarde de verano.
Arranca sutilmente de ellas,
No tardarán en marchitarse.
Cuidalas, como si las amaras.
Oigan venir a por ellas,
Insistiendo en que nos pertenecen,
Sabiendo que están ahí para nosotros.

Fragmento de Café Lyon.

Han pasado un par de semanas de la última vez que hable con Francois. Mis sentimientos han sido los mismos, lamentablemente.

Sin embargo, Jean ayuda a sobrellevarlos. Ayuda mucho. Incluso sin darse cuenta.

Le pedí que me gustaría que tuviéramos una cita, algo romántico que no implique estar bebiendo licor a plena luz del día. Él aceptó.

—¿Me crees un alcohólico o qué? Puedo hacer una actividad sin beber— Me discute.

— ¡Entonces hazla!— Alzó las manos.

—¡No tengo porque demostrarte nada!— Me alza las manos de vuelta y me choca las cinco. Volteo los ojos.

Ashley y Dean entran a la sala.

—Tenemos que hablar— dice Ash mirándome preocupada.

Algo la atormenta, puedo verlo en sus ojos.

—Claro— digo asintiendo, Jean nos ve y luego ve a Dean.

—Vámonos de aquí, amigo— y lo arrastra hasta fuera de la sala. Es un hombre útil. Quien lo diría.

—¿Estás bien, Ash?— Le pregunto sentándome en el sofa.

—Si consideras que Dean consiguió empleo en la costa y me pidió que me fuera allá con él, entonces estoy perfectamente.

¿Qué?

—¿Dean te pidió...?

—Que me mudara con él, a unos 2000 kilómetros de aquí—Termina la frase.

Me quedo pensativa.

Algo dolió en mi pecho. Lo de ellos parece ir más rápido de lo que esperaba.

—¿Y tu madre?

—Ella no lo sabe, y no lo sabrá, Jane— me responde, mirándome seriamente a los ojos.

—No te pediré que te quedes, Ash, parece que ya hiciste tu elección— ella me mira confundida.

—Dean y yo estamos muy bien, a él le dieron este buen empleo, y quiere que estemos un tiempo solos, sin ti y sin nadie más cerca, solos él y yo... Lo encuentro romántico— La miro como si tuviera un tercer ojo.

—¿Romántico? Yo lo encuentro abrumador, llevan saliendo como 5 meses apenas.

—Y nos amamos lo suficiente como para irnos a vivir juntos. Además, él ha estado aquí todo este tiempo, cuando tu no estás somos sólo él y yo.

—¿Y acaso te vas por mi? O por qué me nombras tanto...— Le pregunto molesta.

—¡Porque está es tu casa, Jane!— me mira a los ojos, con lágrimas derramandose por sus mejillas bronceadas.

—Ash...

—¡Ash nada! Tú sola levantaste éste hogar mientras viajabas por el mundo promocionando el libro de poesías que escribiste en la universidad. La decoraste a tu estilo, la armaste como tú quisiste, ¿y yo? Soy tu mejor amiga que huyó de casa y se vino a cuidar tu hogar mientras tu visitabas Europa.— Ella está llorando, a veces hipea un poco.

—No lo digas como si fueses una vagabunda, estuviste aquí estudiando estos años Ash, yo soy feliz con ayudarte.

—Y yo agradezco tu ayuda, Jane, pero creo que ya es tiempo de que me vaya— mi mejor amiga se iría. Estaría completamente sola. Se iría con el hombre del que estuve enamorada durante años. Se irían juntos y lejos. Antes de darme cuenta las lágrimas bajaron por mis mejillas.

—Te quiero, Ash— dije abrazandola. Ella me devolvió el abrazo.

—Yo más, Jane— lloramos unos minutos.— Siempre serás mi mejor amiga.

—Y tú siempre tendrás un hogar al cual llegar si te sientes perdida.

El libro de poesías de Jane.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora