Cap.11: Conoce a Jean.

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—Dean— Él voltea hacia la sala y me ve— No quiero ser grosera pero...

—Oh no— Me interrumpe.

—¿Qué sucede?— le pregunto. Él me ve y hace esa media sonrisa que en algún momento me pudo haber derretido. Esa maldita sonrisa.

—Estás a punto de ser muy grosera— Me quedo callada. Es solo una broma, Jane. Lo veo haciendo un omelette.

—Ja, ja.— Digo de mala gana, él me mira y suelta una risilla— Solo me preguntaba cuándo volverías a California, ya llevas aquí un mes entero, pensé que solo te quedarías aquí un par de días. Es todo.

—¿Te estoy molestando?— pregunta con el ceño fruncido ligeramente. — Si iban a ser un par de días pero, ya ves como es Ashley. Pensaba quedarme aquí en el pueblo durante otro tiempo más. Si soy una molestia...

—Oh Dean, por favor no quise...

—Jane— me interrumpe nuevamente. Él está hecho para eso.— Si pienso quedarme un tiempo más, trabajar aquí y estar con Ashley, buscaré un departamento.— Me quede callada. 

Este es mi problema con él. Con los hombres. No quiero sonar misandrica pero siempre he sido de las que se callan cuando me hablan, en especial cuando mis amigos varones son quienes hablan. Siempre tienen algo para decir y no soy la persona correcta para mandarlos a callar.

Prefiero quedarme en lo mío: Escribir novelas de amor que nunca viví, ir a terapia, estudiar, leer. Algo que nadie, y mucho menos un hombre, pueda criticar porque por primera vez una mujer es mejor en algo que ellos no hacen, ni saben, ni pueden entender. Sí, no soy fan de que me digan que hacer, pero tampoco soy una vocera feminista, aunque me gustaría tener la valentía para al menos hablar en voz alta sin que se me rompa la voz.

—Haz lo que quieras, Dean. —Él alza una ceja. Yo me volteo y ruedo los ojos con fuerza.

Petite J, no hagas eso, casi siento que puedes ver el final de tu cerebro.— Su acento francés llega a través de la puerta de entrada.

C'est magnifique. Lo que me faltaba.— le respondo.

Hoy no estoy para tratar a hombres. ¿Pero qué tal si ellos si se tratan entre sí?

—Dean, conoce a Jean. Tienen mucha cosas en común: Tres letras de cuatro que tienen sus nombres y que ambos tienen pelotas.— Jean mira a Dean. Él se ríe.

Acabo de descubrir que mi amor platónico e imaginario por este chico promedio finalmente se esfumó. El final feliz que estuve esperando durante tanto tiempo finalmente llegó.

Solo me tomó como 5 años.  

El libro de poesías de Jane.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora