CERCANA OBSESIÓN (+18)

CAPITULO 3

Llegamos a una hermosa y muy lujosa discoteca, mis ojos se iluminaron al ver el lugar y la interminable fila para entrar.

— ¿Ya viste la fila? —. Pregunte bajándome del auto

— ¡Tu tranquila, yo tengo todo resuelto! —. Bajo del auto y se acerco al guardia de seguridad

Coqueteó con el un poco y el asintió con la cabeza, me acerque a ella con una sonrisa en mi rostro de diversión al ver sus métodos de seducción.

— ¡Lo vez, te dije que tenia todo resuelto! —. Entramos

La música retumbaba por todos lados hasta inundar nuestros oídos, las personas se movían al compás de la musica y como siempre arriba la sala VIP.

— ¿Tomamos tequila? —. Me preguntó gritando

Asentí con la cabeza varias veces.

— ¡Busca una mesa en lo que pido la botella! —. Asentí con la cabeza y ella comenzó a caminar a la barra

Examine el lugar y a lo lejos puede apreciar una pequeña mesa, camine a ella con incomodidad varios hombres me veían con lujuria y eso me molestaba.

Llegue a ella y me senté, empecé a mover mi cuerpo al ritmo de la música en lo que esperaba a mi amiga.

A lo lejos la ví platicar con varios chicos, ella hizo un par de señas para que fuera hacia ella.

Me levante con pereza rodando los ojos y caminando a ella.

Llegue y ví a tres chicos, uno rubio de ojos verdes, otro de tes morena con pelo ondulado y el ultimo de tes blanca con una sonrisa de mujeriego.

Sonreí tímidamente y sentí como el rubio no apartaba la mirada de mi cuerpo.

Me removí incomoda en mi lugar, me acerque a ella y la mire confundida.

— ¡Samantha ellos son unos amigos! —. Dejo la botella en la mesa

— ¡Rodrigo! —. Señalo al de ojos verdes

— ¡Hola guapa! —. Me saludo con picardía

— ¡Mario! —. Señalo al de pelo ondulado

El me regalo una sonrisa y desvío su mirada a las personas que bailaban.

— ¡Y el es Antony! —. El ultimo no me sonrió y eso me pareció descortés de su parte

Alce las cejas confundida, ella se sentó y me señalo una silla enfrente de ella.

El de ojos verdes se acerco a mi, solo gire mi cabeza ignorándolo.

Suspire con cansancio al saber que mi amiga me había traído a la puerta de puros hombres mujeriegos.

(...)

Las horas pasaron y ella se había ido con un chico, me quede sola con el chico de ojos verdes.

Tome mi teléfono y ví la hora marcada en el.

Eran casi las dos de la mañana, me levante y tome mi bolso.

Camine por la multitud de personas, a lo lejos ví a mi amiga.

Sonreí con gracia al ver como le bailaba seductoramente a un chico.

Salí de la discoteca, observe la calle vacía.

La fila de antes ya no estaba y mucho menos el guardaespaldas de antes.

Por un momento me arrepentí de haber salido sin guardaespaldas.

Camine por la calle buscando un taxi, pero ni uno pasaba.

Miraba a todos lados, me sentía observada.

Me detuve enfrente de un callejón, lo mire para ver si había alguien dentro de el.

Pero solo pude escuchar el aire, como soplaba.

Camine con pasos sigilosos, mirando alrededor pero estaba demasiado obscuro.

Escuche que se movieron detrás de mi y por instinto corrí, mire para atrás pero no ví a nadie.

Sentí como choque fuertemente con algo o alguien, alce la mirada pero para cuando quise reaccionar.

Me tomaron de los brazos y pusieron un pañuelo en mi boca y nariz.

Mis ojos se fueron cerrando, mis fuerzas fueron disminuyendo hasta caer desmayada.