Salí envuelta en una toalla, lo ví parado enfrente de la ventana.
Se dio la vuelta y me sonrió, mordí mis labios con picardía al ver su pecho descubierto.
— ¿Te gusta lo que vez? —. Pregunto caminando hacia mi
Sonreí como boba al tenerlo tan cerca de mi, sus pasos cesaron al llegar a mi campo de visión.
Con uno de mis dedos, delinee su fornido pecho.
— Y pensar que nunca creí enamorarme de el —. Pensé
— De ahora en adelante siempre me gustara lo que veo —. Sonreí
El acaricio mi cabello mojado, acercó su rostro a mi cuello.
Y comenzó a besarlo con amor, mi corazón palpitaba como una adolescente al sentir sus caricias.
— De ahora en adelante podrás hacer lo que quieras, ya no pondré barreras ni obstáculos en las puertas y entre tu y yo —. Se separó de mi cuello y me miro a los ojos
— De ahora en adelante siempre seras mía —. Roso mis labios con la punta de sus dedos
— Siempre —. Mordí levemente sus dedos
— Ponte mas hermosa de lo que ya estas, tengo que ir a una discoteca a hablar con unos socios —. Jugueteo con mi toalla
— Pero después de eso podemos divertidos —. Alzo las cejas con jugueteo
— Esta bien —. Respondí
— Te dejare para que te alistes —. Asentí con la cabeza
Beso mi frente y salió por completo de la habitación.
Rose mis labios pensando en su boca, cerré los ojos al acariciar mi cuello.
Abrí los ojos y camine al armario, comencé a buscar lo que me pondría.
(...)
Sonreí satisfecha al mirarme al espejo.
Me veía con un brillo especial, mi rostro tenia de nuevo vida.
Mire la mesita de noche, mi pecho latió con fuerza al mirar la carpeta de Aaron.
Trague saliva, camine lentamente hacia ella.
La tome entre mis manos y volví a mirarla, cerré los ojos de golpe al ver la misma imagen.
Me senté en la cama, sentía como mi pulso se aceleraba.
Mire con detenimiento la foto, arrugue la frente extrañada al ver como las horas de la cámara de seguridad se veían extraños.
El sonido de la puerta me distrajo, me levante de golpe y metí la carpeta dentro de la cama.
Entro Manuel con un bello traje negro.
— ¿Estas lista? —. Preguntó abriendo por completo la puerta
— Si —. Asentí con la cabeza
Sus ojos se llenaron de deseo al verme con este vestido negro, pegado al cuerpo.
Con un bello, pero no tan pronunciado escote.
Me miro extrañado, es como si supiera lo que estaba haciendo.
Sonreí ocultando mis nervios, observó detrás de mi.
— ¿Nos vamos? —. Pregunte acercándome a el
El seguía sin despegar su mirada de la cama.
Tome su barbilla entre mis manos e hice que me mirara.
Sonrió y beso mis manos con dulzura.
Me tomo de la mano y caminamos a la salida.
Me detuve de golpe al sentir el aire frío chocar con mi cuerpo.
Mis bellos se erizaron al sentirlo de golpe.
Me tomo de la cintura con posesión.
Subimos a la limusina, mire por la ventanilla.
Sentí una de sus manos rosar con mis piernas.
Sonreí acariciándola, lo mire y sin pensarlo dos veces ataque su boca.
El beso se torno salvaje y posesivo.
Subí con rapidez a sus piernas, sentí como mi sexo roso con su pene.
Duro, me moví sin quitar la ropa interior.
El me tomo con fuerza de las caderas.
Cerré los ojos, sentía un mundo de sensaciones al rosar mi clítoris con su pene.
Relamí mis labios, clave mis uñas en sus hombros.
— Llegamos señor —. La voz de el chofer me hizo abrir los ojos de golpe
Me baje de encima de el, nuestras respiraciones eran agitadas.
Su pene seguía erecto esperando por mi.
Negué repetidas veces con la cabeza.
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CERCANA OBSESIÓN (+18)
RomanceLIBRO 2 DE ("MI MALDITA OBSESIÓN") TERMINADA... Síndrome de Estocolmo: Trastorno psicológico temporal que aparece en la persona cuando cree que esta enamorada de su secuestrador comienza a identificarse con el antes o después de ser raptada. Abrí l...