— Ahora vistete —. Me soltó y se dio la vuelta
— ¿Para que? —. Sobe mis muñecas
— Hoy inauguraremos una nueva discoteca y tienes que venir conmigo —. Sus palabras me llenaron de esperanza
— ¡Ahí puedo pedir ayuda! —. Pensé
— Esta bien —. Hable con naturaleza
— Alguien vendrá por ti en una hora —. Camino a la puerta
Pero antes de abrirla, se dio la vuelta y me miro.
Sonrió y salio por completo de la habitación.
Mire unos segundos la puerta, comencé a alistarme.
Camine al baño, me despoje de mi ropa.
Entre a la ducha, dejando que todo el calor en mi cuerpo se enfriara.
(...)
Me puse un vestido de brillos pegado al cuerpo, me hice una coleta.
Unos zapatos plateados a juego con una cartera.
Escuche que se abrió la puerta, la mire y de ella entro un chico.
De escasos veintitantos años, me miro con deseo pero a la vez con terror.
— Si vas vestida así, Manuel nos va a matar —. Sonreí triunfadora
— No me importa —. Pase aun lado de el
Saliendo de la habitación, mire el pasillo.
Grande, espacioso y con demasiadas fotografías de mi.
Sentí como se me puso la piel chinita, a cada paso que dábamos había una foto mía.
Llegamos a unas enormes escaleras, deslice mis dedos por ellas mientras bajaba.
El chico de antes se adelanto a abrirme la puerta.
Salimos y sentí como el aire golpeo con fuerza mi rostro.
Mire una enorme limusina enfrente de nosotros.
Mire todo a mi alrededor, era una enorme mansión.
Con muchas cámaras de seguridad y muchos guardaespaldas custodiando.
Mordí mis labios nerviosa y a la vez ansiosa, tal vez esta seria la única vez que saldría de este infierno.
Observe todo con mas detenimiento, pensando en cuantas posibilidades tendría de salir ilesa de aquí.
Pero a decir verdad no eran muchas, mire mis zapatos no podría correr mucho con ellos.
Me alcanzarían muy pronto y además en la entrada había un enorme portón que estaba vigilado por un guardia de seguridad.
Era muy alto para saltarlo, además si lo intentaba me alcanzarían.
— ¿Nos vamos? —. El chico de antes me saco de mis pensamientos
— Si —. Sonreí entrando a la limusina
— ¿En donde esta Manuel? —. Pregunte mientras me sentaba
— El tuvo que salir antes —. Cerro la puerta y se perdió entrando a la parte de enfrente de la limusina
Suspire aliviada, me sentía mas cómoda sin su presencia.
(...)
Abrí los ojos de golpe al ver la cantidad de gente esperando por entrar.
Nos detuvimos en la entrada, el chico de antes no tardo en abrirme la puerta.
Salí, todos las miradas recayeron en mi.
Mis dedos se aferraron a la cartera con nervios.
— Por aquí —. Me tomo de la cintura
Lo mire con confusión, entramos a duras penas.
Entre empujones y miradas libidinosas.
Era enorme, la musica retumbó en mis oídos.
Las personas bailaban al ritmo de la musica, me guió por unas escaleras.
De su traje saco una identificación y nos dejaron subir las escaleras.
Quito su mano de mi cintura, sentí como el aire llego de nuevo a mis pulmones.
Llegamos a la sala VIP, todas las miradas volvieron a recaer nuevamente en mi.
Manuel alzo la mirada y me miro con deseo y a la vez con rabia, se levantó y camino hacia mi.
Tomandome con fuerza del ante brazo.
Me acorralo contra el barandal de la escalera.
— ¿Por que te vestiste de esa forma? —. Torció la boca con molestia
Sonreí rosando mis labios con la punta de mis dedos.
— ¿Temes que te ponga duro? —. Con la punta de mis dedos rose su pene
— No me provoques Samantha —. Amenazo
— Cuando te folle todo el maldito país se enterara de tus gemidos, te haré mía a la hora que quiera... Tanto que podre hacerte mía las veces que quiera —. Pego su rostro al mio
Con una de mis manos tome una de las suyas.
— Mi vestido en muy pequeño, podrías meter tu mano dentro si quisieras —. Lo deslice por mis muslos
— No juegues con fuego que podrías quemarte —. Separo su mano de la mía
— En la vida tienes que jugar con fuego para poder sobrevivir —. Acaricie su rostro
Acerque mis labios a los suyos dejando solo un pequeño beso fugaz.
Me separe de golpe de el y camine de nuevo a las escaleras.
Sentía como mi pulso se aceleraba a cada paso que daba, relamí mis labios nerviosa.
Sonreí triunfadora, sabia que tendría que jugar con el para poder conseguir mi libertad.
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CERCANA OBSESIÓN (+18)
Storie d'amoreLIBRO 2 DE ("MI MALDITA OBSESIÓN") TERMINADA... Síndrome de Estocolmo: Trastorno psicológico temporal que aparece en la persona cuando cree que esta enamorada de su secuestrador comienza a identificarse con el antes o después de ser raptada. Abrí l...