¿Profesor? [SIN TERMINAR]

Date ♡

Después de aquel encuentro, los mensajes fueron más frecuentes durante el resto de la semana.

El viernes siguiente, al llegar al aula, observó al castaño de espaldas, sentado en su pupitre junto a Chloe mientras hablaban animadamente.
Llevaba unos jeans negros ajustados que se ajustaban perfectamente a ese trasero tan jodidamente... bueno, perfecto.
Llevaba una camisa azul celeste entre abierta, que dejaba ver un poco aquella piel blanquecina y pecosa.

El mayor dejó sus cosas en su escritorio, aún mirando al castaño.

- Em... - se aclaró la garganta y apartó la mirada. - Todos a sus sitios, venga chicos.

Los alumnos se sentaron.

- Nos habíamos quedado con Locke, ¿verdad? - preguntó.
Connor sonrió ampliamente y contestó junto a la clase que sí.

- Muy bien....

──❀•❀──

- Y eso ha sido todo por hoy chicos. - dijo, cuando quedaban solo unos diez minutos de clase. - Haced los ejercicios que os he dicho. Si tenéis alguna duda decídmelo ahora o podéis quedaros al final de la clase. O como siempre, podéis mandar un mail.

Hubo un silencio sepulcral en aquella gran aula de la universidad.

- Muy bien... - se sentó en su lugar.

Al sonar el timbre, les deseó un buen fin de semana a sus alumnos y empezó a recoger sus cosas.

- ¿Profesor? - escuchó la voz de Connor, notando un escalofrío recorrer toda su espalda.
Se giró y miró como empezaban a quedar pocos alumnos.

- Walker. ¿Alguna duda?

El castaño asintió y abrió su cuaderno.
El chico no tenía dudas casi NUNCA. ¿Estaría tramando algo?

- Aquí. No entiendo bien de donde viene su teoría...

El mayor mordió su mejilla por dentro.
Quedaban ellos dos y Chloe.

- ¿Es muy difícil volver a explicarlo? No quisiera molestarle... - dijo, mientras mordía su labio inferior y miraba a otro lado.
Dios. Esa simple acción le iba a hacer que se muriera.

- No, pero es bastante largo.

- Si le parece bien, podemos quedar en una cafetería y me lo explica.

Miró al castaño a los ojos. Definitivamente, tras esos orbes avellana se podían ver la verdadera intención.
¿Una cita? Eso parecía estar pidiéndole.

Aún mirando al castaño, sonrió un poco.

- Claro. Te diré la dirección por mail. - le dijo, aún sonriendo.

- Estaré esperando pacientemente entonces. - susurró el muchacho. Salió del aula junto a su mejor amiga y le aseguró a esta que solamente eran dudas.

El rubio simplemente siguió sonriendo, tomó sus cosas y salió de la institución, topándose con el profesor de informática.

- Oh, Anderson. No te veo desde la reunión de principio de curso... ¿Dónde te escondes? - dijo, algo divertido.

Elijah no solía relacionarse con otros profesores, y si lo hacía, la mayoría solía odiarle por ser bastante excéntrico.
Hank era casi igual, pero el odio que le tenían a veces era con razones. Puesto que era bastante irritable, excéntrico, tozudo y tenía bastante temperamento.