A la mañana siguiente, Hank despertó con un Connor dormido y sonriente.
Acarició los mechones chocolatosos del muchacho y sonrió.Este abrió los ojos poco a poco y alzó la mirada.
Se quedaron varios minutos en silencio, mirándose.- Buenos días. - dijo el mayor, sonriéndole suavemente.
- Mmm... Es sábado... ¿Por qué no me quedo aquí todo el día y nos encerramos en la habitación? - dijo el joven, mientras se abrazaba más al ojiazul y cerraba los ojos de nuevo con una sonrisa.
- Porque ambos tenemos cosas que hacer.
- No. Yo no.
- ¿Nada de deberes? ¿Estudiar?
El castaño abrió los ojos de nuevo y suspiró.
- ¿Cinco minutos?
- No, Connor. Esos cinco minutos se transformará en una hora, lo sé por experiencia.
El anteriormente mencionado hizo un pequeño puchero y se sentó en la cama.
- Aburrido. - murmuró el de piel pecosa.
- ¿A quién acabas de llamar aburrido? - dijo el de cabellos rubios, mientras se sentaba en la cama.
La habitación se quedó en silencio mientras el muchacho se deslizaba suavemente por la cama para intentar salir.
- Ah no, ven aquí. - dijo el docente, con una sonrisa.
Tomó su mano y tiró de esta, haciendo que cayera en la cama.
El rubio aprovechó y empezó a hacerle cosquillas.Escuchar la risa de Connor era como escuchar su canción favorita.
Sin darse cuenta, sus manos dejaron de moverse y miró al ojimarrón con una sonrisa cálida. Sonrisa de idiota enamorado.El muchacho dejó de reír suavemente y le miró también. Este mismo le tomó del rostro con una sonrisa y le dio un suave beso en los labios que fue rápidamente correspondido.
Se separaron del beso, así que el castaño aprovechó y empujó al mayor para hacerle caer a la cama de nuevo.
Se sentó sobre sus piernas y le dio besos por todo su rostro, haciendo que este riera.
Al terminar aquella escena tan tierna, se miraron a los ojos con una sonrisa.- ¿Te puedes quitar de encima de mí? - susurró el rubio.
- No lo sé... ¿Puedo? - dijo, con una sonrisa pícara. Se levantó y se estiró. - Bien, creo que me vestiré y me iré a casa.
- ¿No decías que no tenías planes?
- No los tengo. Pero al parecer tú sí. - dijo, cruzándose de brazos.
- Sí, con unos exámenes. - el ojiazul se levantó de la cama y se acercó al ojimarrón. - Fíjate qué planes tan emocionantes tengo. - dijo, sonriendo de forma cínica. Se fue a la cocina, dispuesto a hacer el desayuno cuando escuchó al muchacho ir tras él.
- Puedes hacer eso.- dijo sonriendo, en tono divertido. Ese tono no indicaba nada bueno. - O podrías ayudarme a hacer el sesenta y nueve. -Ahí estaba el comentario que esperaba.- El ejercicio de los deberes de historia, quiero decir. - agregó, aún divertido.
El rubio rodó los ojos y negó suavemente.
- Eres un caso perdido, Connor.
El castaño se sentó en la encimera de la cocina, lo más apartado del fuego posible, aún sonriendo.
- ¿Por qué? ¿Por tener ganas y demostrarlo abiertamente?
- No. - hizo una pausa mientras pensaba en que hacer de desayuno en aquella mañana tan atípica de sábado -puesto que normalmente se pasaba los sábados corrigiendo exámenes y queriendo morir.
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¿Profesor? [SIN TERMINAR]
FanfictionConnor es un estudiante de universidad.Con sus 24 años decide meterse en Tinder para ver qué gente puede haber por esa aplicación... llevándose una gran sorpresa. ¡¡¡AVISO!!! ALGUNOS CAPÍTULOS TENDRÁN IMÁGENES SUBIDAS DE TONO Y ALGÚN CAPÍTULO SERA...