Capítulo 2: Amargo, dulce y desconocido.

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Cuando regrese al salón espere con cuidado de no toparme con el profesor que había impartido la clase que me acababa de saltar, aunque en mi mente ya tenía varias excusas formuladas, como el que estaba en la enfermería por no dormir bien la noche anterior, no era del todo mentira y tenía un poco marcadas las ojeras debido a que me habia levantado temprano, así que debería ser creíble, el problema sería si llegaba a ir a preguntar. Lo más seguro es que siendo el primer día posiblemente lo dejaría pasar, aun así, no quería correr riesgos y considere las posibilidades.

Afortunadamente al ir llegando me percate que el profesor ya no se encontraba en el aula, ahora solo queda un problema: Eugeo.

Me acerque tranquilamente a mi lugar intentado no mirar en dirección a su asiento, nada sucedió, ningún zape, golpe en el hombro o regaño, voltee despacio esperando encontrarlo mirándome fijamente, pero su lugar estaba vacío. Posiblemente habia ido al baño, así que la suerte estaba de mi lado, el siguiente profesor llego y las clases comenzaron a transcurrir poco a poco.

Sorprendido de que aún no regresara revise rápidamente las notificaciones de mi NG esperando ver algún aviso o algo parecido, pero no, ya preocupado decidí enviarle un mensaje.

"¡Hey! Fetichista de las profesoras, las clases comenzaron hace un buen rato, espero no estés acosando a alguna. (_→) "

Espere una respuesta como: "Ya olvida eso, estaba en primaria." Pero nada.

La penúltima clase comenzó, cada vez se me hacía más raro, por lo general Eugeo no se desaparecía a menos que fuera algo importante y cuando lo llegaba a hacer dejaba un mensaje avisando donde estaría o que no lo esperara.

"¿Dónde estás? ¿Todo está bien? ( ̄ヘ ̄;) "

Envié otro mensaje cuando el profesor comenzó a guardar sus cosas y después que salió del salón guarde todo y decidí ir a ver si estaba en problemas o algo por el estilo, llegando a las escaleras una notificación salto en mi NG.

"Perdona por preocuparte. Te veo en la cafetería cuando terminen las clases."

Al ver la simpleza de su mensaje me percate, había pasado algo con su familia, sin importar el problema o situación Eugeo siempre respondía los mensajes con alguna broma o siguiendo las mías, incluso cuando daba respuestas cortas usaba un emote o sticker tonto, pero su actitud siempre cambiaba cuando se trataba de ellos.

Saqué un par de latas de la máquina expendedora y me dirigí al techo, ya solo restaban un par de clases pare terminar el día, pero no importaba, lo conocía desde hace años y seguramente estaría ahí observando el cielo intentado cambiar de estado de ánimo antes de ir a la cafetería. Y si, ahí estaba mirando por el enrejado de seguridad, el viento hacia revolotear su cabello rubio oscuro pareciendo una digna imagen de película deprimente, mientras comía unas galletas con chispas de chocolate como si fuera un pensador de otra época que busca el sentido de su vida después de perder sus mejores años en cosas banales.

- Sabia que estarías aquí espiando profesoras desde lejos maldito pervertido. – Me burle colocando una lata de su jugo favorito en la cabeza.

- Ya deja eso. -Dio una carcajada apagada. - No he visto a nadie igual a Carlisle-sensei desde que salimos de la primaria. – Intento forzar una sonrisa, pero era demasiado obvio que algo lo perturbaba.

- ¿Qué te dijo tu padre? ¿Nuevamente quiere que tomes el lugar de tu hermana o algo así? –

- No, Sulinea ya le dejo claro a Orick que ella como primogénita es capaz de liderar el negocio familiar. – Eugeo siempre se refería a su familia por sus nombres desde que decidimos dejar el Dojo de mi abuelo, su hermana no había sido la excepción, pero era la única a la que aún le guardaba un poco de respeto.

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