Capítulo 5: Recuerdos y deseos.

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Las emociones pueden ser algo increíblemente placentero y destructivo a la vez, dándole sentido a nuestras vidas con las más felices experiencias o arruinándolas por completo con los más terribles momentos. Luego de que Asuna había regresado al dormitorio se quedó un par de minutos recargada en la puerta con las luces apagadas, tenía la respiración entre cortada y estaba tambaleante, camino lentamente a su habitación pateando la puerta para luego desplomarse en la cama mientras hundía su cabeza en la almohada.

¿Cómo había sido posible que hiciera eso? Había besado a un chico al cual apenas había conocido.

El recuerdo de los labios de Kirito lleno su mente, la suave textura, su seductor aroma y esos penetrantes ojos negros que la miraban junto con esa terrible tentación de probar por completo el sabor de su boca, Asuna comenzó a sentir como su cabeza se volvía un caos, sentía el rostro caliente y su respiración agitada.

No sabía que era eso, era la primera vez que se sentía así, comenzó a girar en la cama mientras sujetaba fuertemente su almohada y daba un grito apagado, de un momento a otro sintió un ligero golpe, se había caído de la cama, respiro profundamente y termino de dar una vuelta más soltando la almohada para terminar viendo al techo.

- Que rayos paso... ¡Por un segundo hasta pensé en invitarlo a mi habitación! – Asuna golpeo sus mejillas para calmarse un poco.

Su respiración estaba entre cortada nuevamente, se puso de pie y comenzó a quitarse la camisa para lanzarla a un lado, sentía una punzante sensación en sus senos por lo que procedió a quitarse el brasier y por un instante imagino a Kirito sentado en su cama observándola, los colores volvieron a invadir su rostro, volvió a golpear sus mejillas, esta vez con más fuerza para luego dirigirse a la ducha, necesitaba relajarse y la única forma era tomar un largo baño con agua caliente.

Encendió la luz del baño y se terminó de desvestir para luego recostarse en su bañera, el calor del agua la tranquilizo, estaba feliz de vivir sola en aquel dormitorio desde que su anterior compañera había solicitado un cambio de habitación al mes de entrar a la academia luego de que se enteró de que pertenecía a la familia Yuuki, este año posiblemente todas las chica de nuevo ingreso también rechazarían quedarse en aquel lugar con ella. Asuna respiro profundo y comenzó a hundirse en el agua hasta que esta cubrió su nariz.

- A-chan... veo que ya regresaste. – Argo se asomo por la puerta del baño con una picara sonrisa. Asuna trago un poco de agua por la sorpresa y se levantó de golpe.

- A...A... Argo-chan ¿Qué haces aquí? – Pregunto mientras se cubría instintivamente con los brazos.

- Te lo quería decir en la fiesta, pero a partir de hoy seré tu compañera de cuarto. –

- ¿Enserio? – El rostro de Asuna se ilumino y sonrió por un momento, para que luego su expresión se resquebrajara por completo cambiando a una de vergüenza. – No te escuche entrar... ¿Desde hace cuánto tiempo estas aquí? – Pregunto tartamudeando.

- El suficiente... - Contesto Argo sonriendo de oreja a oreja.

- ¿Escuchaste lo que dije? – Asuna estaba tan avergonzada que se hizo ovillo en la bañera intentando esconderse.

- Esta viendo por la ventana de mi cuarto cuando llegaste, incluso dejaste la puerta de tu cuarto abierta, eres muy descuidada. – Argo comenzó a reírse descabelladamente.

- Yo... esto... ¿Puedes mantener todo eso en secreto? – Suplico Asuna, pero el instinto periodista de Argo no se hizo esperar.

- Claro... pero a cambio, quiero detalles de todo lo que paso con Kibou-kun cuanto termines de bañarte. – Argo sonrió mientras le aventaba una toalla a Asuna dirigiéndose a esperarla en su habitación.

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