Capítulo 3: Curioso, fascinante y evasivo.

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Se dice que la vida se encuentra llena de cambios, muchos perceptibles y otros de los que solo te das cuenta cuando te pones a mirar al pasado, así fue en esta ocasión, Klein era una persona con mucha energía y muy platicadora, le recordó a Kirito como había sido alguna vez en el pasado. Luego de decirle su apodo, Klein comenzó a decir como se había originado el suyo, siendo este de un personaje de uno de los juegos de su infancia.

Al llegar a la entrada de su recamara sin esperar respuesta hizo pasar a Kirito.

- Vamos Kirito, toma un pedazo de pizza. – Dijo con una gran sonrisa mientras colocaba un plato frente a él junto con un vaso.

- Gracias Klein-san. – Forzó un poco su sonrisa mientras dudaba en tomar el primer trozo.

- Klein está bien, no te preocupes por la formalidad. – Se acerco al refrigerador de la habitación. – Genial aquí también tienen este refresco, te va a fascinar. –

- Gracias, pero ¿está bien que este aquí? No quiero incomodar a tu compañero. –

- No te preocupes por eso, por el momento estoy solo, aunque no creo que sea por mucho, cuando fui a preguntar en administración dijeron que en los próximos días puede que venga alguien. –

- Ya veo, aunque es genial que tengas tanto espacio para ti solo. – Kirito se puso a ver la habitación, era un poco más grande que la suya.

- Si, seria mucha suerte si se queda así, aunque también suena genial no tener que vivir solo, ¿Cómo es tu compañero de habitación? –

- Se llama Eugeo, es una gran persona, aunque por el momento está enojado conmigo. –

- Mmm... ¿Discutieron o algo? – Klein se sentó mientras colocaba para si un plato y vaso.

- Algo así, tenemos algunos problemas entre manos y no estoy seguro de que los estemos manejando bien, solo no quiero empeorar más las cosas. –

- ¿Se conocen desde hace mucho? –

- Si, desde que éramos niños. – Kirito sonrió ante el recuerdo.

- ¿Confías en él? –

- Con mi vida. –

- Entonces creo no deberías dudar tanto, ahí esta tu respuesta. – Klein destapo el refresco y comenzó a servir.

- Tienes razón. – Las dudas de Kirito se disiparon y ya con algo más de ánimo comenzó a devorar una rebanada de pizza. – Espero te toque un compañero como el, yo no sabría cómo tratar con un desconocido. -

- Pero estas comiendo pizza conmigo. – Se comenzó a reír con sarcasmo.

- Cof, tienes razón con eso. – Dijo Kirito intentado no atragantarse. – Me refería a que es más fácil vivir junto a alguien que ya conoces que acostumbrarte a otra persona. –

- Jajaja entiendo, entiendo. –

En ese momento tocaron la puerta, ambos se miraron confundidos. Klein se dirigió a abrir para encontrarse con un chico alto y de cabello castaño que entro junto con varias cajas y un par de maletas.

- Muchas gracias, creí no la libraría. – Dijo mientras colocaba las cosas en el piso, miro a Kirito sorprendido, luego de observarlo un segundo de dio cuenta que era uno de sus compañeros de clase, aunque no recordaba su nombre.

- Tu eres Kirigaya-san ¿cierto? – Saludo sonriendo, pero Kirito solo lo quedo viendo sin saber cómo llamarlo, él se percató de inmediato. – Soy Nochizawa Eiji voy contigo en algunas clases. –

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