Cuando algo no les sale bien, las personas por lo general prefieren buscar un pretexto o culpar una causa externa en vez de darse cuenta de sus errores e intentar corregirlos. Asuna se encontraba harta de ese tipo de personas, estaba harta de que siempre otros la culpara en vez de darse cuenta de su propia incompetencia y hacer algo para mejorar, pero estaba aún más harta de que por más que ella se esforzara esas mismas personas solo atribuían sus logros al apellido de su familia, dejando de lado todo lo que ella había invertido para conseguirlo.
Una lagrima comenzó a correr por su mejilla, el coraje invadía su cuerpo mientras intentaba aguantar las ganas de gritar, mientras buscaba respirar un poco para contener ese nudo que se formaba poco a poco en su garganta.
- Es una linda noche. ¿Puedo sentarme? – Kirito, ese chico de cabello negro azabache al que apenas había conocido se sentó a su lado sin esperar respuesta mientras colocaba una pequeña bolsa en su cabeza.
Asuna volteo a verlo sorprendida, se limpió las lágrimas apenada de que aquel chico la viera de esa forma, mientras agachaba un poco su cabeza la pequeña bolsa cayo en su regazo, era un panecillo con crema, ella lo volteo a ver nuevamente.
- Kirito-san ¿Qué haces aquí? – Pregunto ya un poco más tranquila.
- No lo sé, la verdad no quería venir, pero un amigo no dejaba de insistir sobre lo grandioso que sería este lugar, está muy empeñado en que entre a un club. – Kirito sonrió despreocupado mientras se llevaba la mano detrás de la cabeza.
- No me refería a eso, ¿Por qué me seguiste? – Miro la pequeña bolsa intentando recordar su dulce sabor, pero solo sentía amargura en su boca.
- Necesitaba un poco de aire, las multitudes no son lo mío. – Kirito miro al cielo mientras abría la envoltura y daba un mordisco a su panecillo.
Asuna lo miro por unos segundos intentado adivinar la verdadera razón, pero solo se pudo quedar viendo en como su oscuro cabello parecía combinar con las estrellas mientras se desvanecían en la oscuridad de la noche.
- Yo tampoco quería venir a esta dichosa fiesta, sabía muy bien que podría pasar algo como eso, pero aun así... lo siento. – Asuna no buscaba consuelo en Kirito, no buscaba que él le dijera que todo estaría bien, pero por alguna razón quería contarle.
- No puedes controlar lo cabezotas que son otras personas, además tenías un motivo para esta ahí ¿No? – Kirito subió sus piernas a la jardinera cruzándolas y volteando para verla de frente.
- Si, ya había dicho en el club que no iría, pero al igual que tu una amiga me convenció de venir con el pretexto de que aún no conoce la escuela, aunque luego de encontrarnos con algunas de sus compañeras me termine alejando para no incomodarlas. – Asuna soltó un suspiro al terminar de hablar, sabía que tal vez en unos días ella le dejaría de hablar, ya fuera por decisión propia o por influencia de sus compañeras de clase al escuchar los rumores que corrían a su alrededor.
Aun así, quería tener la esperanza de que no pasaría.
- Espero eso no te cause problemas con tu amiga, si no estas lo más probable es que se termine perdiendo por el campus. –
- No lo creo, es una chica bastante capaz cuando se lo propone. – Asuna recordó cuando la conoció, ella y Argo habían sido el principal motivo por el cual intentaba esforzarse lo más que podía.
- Ya veo, yo tal vez tenga algunos problemas para regresar, aun no conozco bien el campus. Eugeo estará furioso cuando vuelva. – Dijo Kirito entre ligeras carcajadas mientras aun la veía, Asuna se puso un poco nerviosa por eso.
- ¿Tu amigo es de un grado mayor? – Pregunto con lo primero que se le vino a la mente, al quedarse en blanco por el penetrante negro de sus ojos.
ESTÁS LEYENDO
Sword Art Online - Academia Aincrad
RomanceKirito y su mejor amigo Eugeo llegan a la academia Aincrad, donde Kirito conoce a una peculiar chica, la cual lo lleva a interesarse en el club de kendo de la escuela. Pero aun dudoso de abrirse a las personas y unirse a un club que le hará recordar...