Capitulo 2

240 27 3
                                    


Galaxia acepto la invitación de Kakyuu, pero debido a unos problemas en su propio Reino causados por unos rebeldes venidos de un planeta muy lejano no pudo aceptarla hasta casi dos años después de la boda en la Tierra.

Mnemosyne, Lethe y la propia Galaxia tuvieron una larga pelea para conseguir vestir a las dos gemelas con unos vestiditos de volantes que habían conseguido para presentarlas en la corte, pues ambas muchachas estaban encantadas con usar pijamas y ropa que representaba a animales domésticos.

Sailor Phi y Sailor Chi se acercaron para avisar a Galaxia de que ya podían salir para Kinmoku y que todo está listo para ser gestionado por ellas en su ausencia, pero llegaron justo en el momento en que ambas niñas de 6 años estaban acabadas de vestir, librándose así de la persecución por el palacio. Pero Galaxia no corrió con tanta suerte, como la de sus guardianas para librarse de los momentos caprichosos de sus pequeñas, y tuvo que incluir en las maletas los pijamas de animales que las niñas adoraban.

Lo curioso con ambas niñas, es qué estaban creciendo como chicas humanas normales, lo qué hacía que Galaxia se preguntase si dejaría de envejecer cuando mostrasen alguna habilidad sailor o lo harían cuando desarrollasen sus poderes por completo. Pero tampoco le preocupaba mucho, simplemente quería ver a sus niñas felices.

Llegaron a Kinmonku, relativamente rápido pues Galaxia era mucho más poderosa que otras Sailor y provocando así que unas jóvenes Starlights a las que no conocía se les acercaran curiosas y precavidas, pero que al ver a las niñas pequeñas pataleando para bajar al suelo, supusieron que no eran enemigos.

- ¿Quiénes son? – pregunto una de las Starlights desconocida para Galaxia

- Soy Queen Galaxia – dijo Galaxia causando un par de jadeos en las guardianas enfrente de ellas – Y estas son mis hijas y mis guardianas Mnemosyne y Lethe.

Las chicas que estaban advertidas sobre la posible visita de la Reina Galaxia, la guiaron hacia el salón del trono principal.

- ¡Galaxia! – exclamó Kykio, la hija de Kakyuu y princesa de Kinmonku – Cuando se las cruzó poco antes de que llegaran al salón del trono - ¿Cómo estás esas preciosidades de niñas?

- ¡Bien! – exclamaron ambas escapándose de sus Lethe y Mnemosyne para ir a coger una de cada mano a Kykio que solo rio por el gesto.

- Vamos, las acompañaré a ver a mi madre – dijo Kykio – Esperábamos su visita hace un par de años.

- Sí, pero tuvimos algún problema en el Reino y consideré más prudente no abandonarlo, aunque fuera para una simple visita – dijo Galaxia – En esta ocasión nos quedaremos unos cuantos días, si no es molestia. Sailor Phi y Chi, se han quedado al mando de mi Reino, así que no tengo prisa por volver a casa.

- Mejor – dijo Kykio con una sonrisa, había sido testigo de cómo las pequeñas niñas hacían reír a las guardianas de su madre y quería ver esa sonrisa en las que consideraba sus tías. – Seguro que Fighter y Healer, estarán encantadas de cuidar de las pequeñas.

- ¿Tú crees? – dijo Mnemosyne algo demasiado eufórica por tener un respiro de las dos pequeñas diablillas.

Galaxia le dio una mirada divertida a su guardiana y amiga, mientras Kykio estalló en carcajadas al ver la cara de las dos guardianas de Galaxia. Las risas de la princesa de Kinmonku hicieron que su madre y sus tres guardianas más leales salieran del salón del trono para averiguar qué sucedía.

Pero Fighter y Healer no tuvieron tiempo de asimilar quien estaba de visita antes de ser envestidas por dos pequeñas niñas eufóricas y felices de verlas, causando que ambas guardianas acabaran con el trasero en el suelo y dos pequeñas hiperactivas encima.

Un DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora