Capitulo 3

226 27 13
                                    

Fighter y Healer fueron sorprendidas por Kakyuu unos días después de que las muchachas se fueran. Pues esta había recibido un mensaje de Galaxia, avisándola de lo sucedido en el sistema solar cercano a Alpha Centauri e indicándole que debido a eso, no permitiría que sus niñas viajaran hasta el lejano sistema solar de Kinmonku... Cosa que Kakyuu entendió, pero que le causaba una profunda tristeza por sus propias guardianas.

Para su sorpresa, ambas guardianas se lo tomaron relativamente bien. Poco después Kakyuu descubrió el por qué y se sorprendió muchísimo de saber que sus guardianas más solitarias se habían dado una oportunidad de amar o eso pensaba ella.

Fighter y Healer, por su parte no pensaban igual. Ellas les habían dado una oportunidad a dos guerreros de Kinmonku, pues debido a la influencia de las pequeñas se sentían felices cuando estos estaban cerca y ellas malentendieron sus sentimientos.

- Healer – exclamó Fighter un par de meses después de la marcha de las muchachas - ¿Crees que todo estará bien en Alpha Centauri?

- Claro que sí – dijo Healer con una sonrisa a su hermana – Galaxia es una de las guerreras más poderosas de la vía láctea y ya ves que ha logrado que las estrellas de las personas que viven en su reino no se sientan fuera de este.

- Sé que es fuerte – dijo Fighter algo terca – Pero aún así me preocupan esas niñas.

- Ya son casi adolescentes, Fighter. Debes dejar de tratarlas como a bebes – dijo Healer dándole un codazo a su hermana.

- Ajam – dijo Fighter mirando de manera fea a su hermana – Te lo recordaré la próxima vez que trates a Mina-chan como si fuera una tierna bebe.

Las dos guardianas siguieron peleando por un rato, y fueron encontradas así por sus parejas. Los muchachos eran realmente apuestos y ambas guardianas eran bastante envidiadas entre las demás Starlights, pero aún a pesar de estar contentas en sus corazones seguía pesando muy fuerte un amor muy antiguo. Y esto era lo que para ellas las limitaba de lograr amar a los muchachos, pero Kakyuu tenía otras sospechas.

El enemigo fue ganando fuerza en esos meses. Hasta que al final, un año y medio después de la última visita de Galaxia a Kinmonku, finalmente atacó al sistema solar. Pero para su sorpresa, su ataque fue repelido sin mucha dificultad por las Sol Senshi que en este último siglo se habían hecho realmente poderosas.

Pero perder esa batalla, no derrotó al enemigo de quien Galaxia desconocía su identidad. Así que con el fin de recabar más información envió a Chi al sistema solar y a Phi a Kinmonku. Decisión que causaría unas consecuencias no planeadas.

Chi, volvió apenas dos días después con la información que Galaxia le había solicitado. Así como con un informe que Mercury había preparado especificando lo que ella consideraba puntos débiles y fuertes del enemigo.

- Galaxia – dio Chi entrando al departamento privado de la Reina, pero callándose al ver a las dos jóvenes con ella - ¿Podríamos hablar en privado?

- No somos niñas – exclamó Usagi con un puchero – Pueden hablar delante de nosotras...

- Vamos, mis amores – dijo Galaxia sonriendo a sus dos hijas, aunque sabía que tenían razón, pero esperaba por dios que ellas siguieran siendo las niñas felices que eran por mucho más tiempo – Vayan a jugar con alguno de los niños del palacio, después prometo contarles todo.

- ¡Siii! – exclamaron las dos jovencitas de casi 14 años ya, antes de salir corriendo hacia otra parte del palacio.

- ¿Qué sucedió, Chi? – pregunto Galaxia en cuanto sintió la energía de sus pequeñas lo suficiente lejos como para que no escucharan nada - ¿Contra quien batallamos?

Un DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora