病気
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.Capítulo 11: pasado.
Recordar el pasado podría ser una de las peores cosas que podría llegar a hacer. Pero al fin y al cabo, el pasado es algo que marcó su vida para siempre, y que hasta el día de hoy es algo confuso. Parece irreal el haber podido salir de ahí vivo, y que hasta el día de hoy no lo hayan encontrado. Tal vez al viejo no le importó, tal vez tenía y tiene tanto dinero, que eso podía llegar a ser lo de menos. Pero aún así, aunque no lo pareciera, eso lo atormentaba y solía tener pesadillas constantemente acerca de lo que podría llegar a ocurrirle si lo estuvieran buscando. Tal vez su padre le diría que no debería de asustarse porque eso no era digno de un hombre, pero él estaba asustado, y mucho.
No obstante, tenía algo a su lado, algo demasiado valioso que debía cuidar más que a su propia vida, que lo ayudaba y que debía cuidar de la misma forma que ella lo cuidaba. Mikasa era una persona de oro, podía escucharlo todas las horas que fueran necesarias para que él se desahogara y se tranquilizara. Ahora estaban juntos, en el sofá. Él estaba contando algunas cosas de su infancia, no contó todo, ni fue muy explícito, por lo cuál habían cabos sueltos y era un completo enigma para la azabache. Aún así, no decía nada al respecto, solo lo tomaba de la mano y lo escuchaba con suma atención. Él apreciaba demasiado eso.
Ella notó que comenzaba a temblar, por lo cuál, evidentemente, se preocupó. Se acercó un poco a él, con una ligera sonrisa en su rostro, mientras mantenían contacto visual. Ella acarició su mano.
-" oye, tranquilo... Sé que es algo horrible, pero aquí estoy, nada ocurrirá, ¿Si? Todo estará bien. — él asintió ante las palabras de la chica, mientras ella continuaba dándole caricias suaves y lentas.
-" ¿Podría.. abrazarte? Yo no abrazo a alguien hace mucho. — desvió la mirada ante lo que había admitido, ella asintió. Realmente Levi no era un ser humano cariñoso, evidentemente, de su parte no tenía un abrazo y apenas se hablaban a veces. Llegaban a chocar incluso y eso terminaba en pelea. Ambos extrañaban a sus padres, y esa bella sensación de un cálido abrazo de su parte.
Mikasa quería abrazarlo, así que obviamente no se lo iba a negar. Por ello, no esperó a que él se moviera, más bien, fue ella quién se acercó y lo abrazó con fuerza.Él se sorprendió un poco por ello, y se sintió algo raro. Es decir, hace mucho no lo abrazaban, y simplemente... Ese cálido sentimientos lo hizo perderse entre ello, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y comenzaba a aferrarse lentamente al cuerpo ajeno, como si no quisiera soltarla. Cómo si quisiera que ese momento fuera eterno. Y realmente era lo que quería en ese instante.
Suspiró y dejó soltar de a poco las lágrimas que estaba conteniendo, aún temblando. Mientras que ella acariciaba su espalda y escondía su rostro entre el cuello del muchacho, susurrándole que todo estaba bien, y que llorara. Pues al fin y al cabo, llorar no estaba mal y era una manera de liberar el dolor que uno lleva guardando. Escuchó sollozos por parte de él.-" tengo miedo. Ayúdame, Mikasa. — musitó, mientras se aferraba más a ella. Cerró sus ojos con fuerza, apoyándose en el hombro de la mujer de ojos grises.
-" estoy aquí, te ayudaré como pueda. No me alejaré, ¿De acuerdo? No me gusta verte así... — tomó la mano del muchacho nuevamente, entrelazando sus manos, para luego mirarlo, con lágrimas en sus ojos.
-" eres un hombre fuerte, tú puedes con esto, ¿Si? Podemos salir adelante. Juntos. — intentó sonreír, realmente, no era de hacerlo, pero quería hacerlo. Quería sonreír para él.Eren se sonrojó levemente al verla, se veía tan.. tierna y bella. Él asintió y también, trató de sonreír, secándose las lágrimas, a lo que ella lo ayudó. Su corazón comenzó a latir bastante fuerte, y era un sentimiento algo raro, pero intentaba no pensar en ello.
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ENFERMOS. - Erenmika
De Todomikasa ackerman, diagnosticada con depresión, trastornos de ansiedad, anorexia nerviosa y trastorno de pánico. eren jaeger, diagnosticado con depresión, ansiedad, esquizofrenia y bipolaridad. viviendo a kilómetros de distancia, logran conocerse grac...