ENFERMOS. - Erenmika

006: extraño

病気

Es impresionante como la vida termina dando giros inesperados.

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Capítulo 6: extraño.

-" y bien, Jaeger, eso es todo por hoy. Creo que después de todo hablar con esa muchacha a logrado que tu mente se despeje y puedas concentrarte más allá de esas voces y esos pensamientos tan negativos. Oh, y por supuesto no me olvido de esta cosita. — sonrió con felicidad la muchacha de anteojos, agachándose hasta la mascota del castaño para darle caricias.
-" aún así, recuerda seguir tomando las pastillas... Y no tomes mucho alcohol. Sé que eres lo suficientemente grande para hacerlo pero, no creo que te haga bien. — le dió un ligero golpe en el pecho.

Él rió un poco, asintiendo.
-" claro, señora, lo que usted diga. — dijo ya parado, manteniéndose firme frente a ella. Pero recibió otro golpe más.

-" soy demasiado joven aún, tengo 37 años, muchachito. No me trates de señora. Siquiera he tenido hijos... Aún. — susurró lo último, mirando sus manos.

-" ¿Su esposo y usted tienen planeado tener hijos? Sí es así, quiero ser el padrino. — sonrió pícaramente. Luego, se largó a reír; ella hizo lo mismo.

-" tonto, no creo que sea recomendable tener un bebé a mi edad.. así que no lo sé, debería de hablarlo con él. Pero es muy complicado mantener ese tipo de conversaciones con él.. ¿Entiendes? Tiene demasiadas cosas en mente en verdad. — suspiró y fue a sentarse, para después levantar la mirada y observar al ojiverde.

-" lo comprendo, y lamento un poco eso. Aún así, sería bonito que lograra tener un hijo. Por qué, ¿Sabe? En estos tres años que hemos charlado.. me ha caído bien, más que los anteriores terapeutas. La considero más que una psicóloga, quizás una.. amiga. — se encogió de hombros.

-" oh, vaya.. ¿Lo dices de verdad? Eso me pone feliz, si soy sincera. También, siendo más sincera, eres el único con el que me llevo bien. Los demás son difíciles de llevar. — sonrió, para luego cruzarse de brazos.
-" bien, ya puedes irte por hoy. Nos vemos mañana, ¿Verdad? A la misma hora de siempre.

-" claro, nos vemos, Hange. — tomó en brazos al pequeño canino de pelaje marrón. Era muy tierno en verdad.

Era hembra. Se llamaba Mika. Y por si quedaba alguna duda, sí, le había puesto el nombre por ella. es por eso mismo que tuvo que mentirle y decirle que se llamaba Sasha. Sentía que tal vez podía llegar a ofender, pero en realidad el lo veía como algo bonito. Ambas eran tiernas y bellas, por eso mismo, le puso Mika.

Ya saliendo del lugar, después de despedirse de las muchachas que trabajaban en recepción, sintiéndose algo incómodo por las miradas, caminó en dirección a su casa, la cuál no estaba tan lejos, por suerte.
Se puso a pensar en lo que había ocurrido la noche anterior, y es que, por más que había venido de más y había metido la pata, ¿Cómo no recordarlo?

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-" te necesito, Mikasa. — susurró, con una ligera sonrisa. Unas pequeñas lágrimas salieron de sus ojos, por lo que secó estás mientras cerraba los ojos. Sus mejillas ardían y su corazón latía demasiado rápido. Podía escuchar la respiración algo agitada de la muchacha.
-" puedes guardar silencio, pero yo.. yo no lo haré. — relamió sus labios, acomodándose en la cama.
-" quiero que sepas que eres especial para mí. Estás mayormente conmigo, y hasta siento a veces que vivimos juntos, pero sin llegar a vernos físicamente. Es bonito pero triste...