¿No puedes avergonzarme más?

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-Odio el comedor de la facultad- gruño Madara jugando con las verduras en su plato.

-Bienvenido a la vida de los pobres, princeso. No se te vaya a caer la corona-le bromeó Tobirama- No todos pueden comer en las cafeterías de concesión.

-!Ho vamos no esta tan mal¡-dijo Kagami metiéndose una papa asada en la boca- y comes gratis mada ¿sabes cuanto saldo le puedo meter al juego así? ¡MUCHO!-

-Gloria al gobierno- Tobirama sacudió la tarjeta de la beca frente a sus compañeros- Los chicos inteligentes deben alimentarse bien. Aunque me gustaba más cuando podíamos cobrar la beca en el supermercado ¿A quien puede ocurrírsele comprar cerveza con la tarjeta?-

-¿A ti?- cuestiono Madara.

-Pero que fea imagen tienes de mi, greñitas-

-Si valoras tu existencia y aprecias tu palo aguado de las piernas, te sugiero que deje de decirme por ese nombre, Senju- le guiño un ojo de forma divertida- Aprendí karate y Taekwondo y soy cinta negra-

-Lo dice la persona que disfruta el palo aguado que se le ancla en el culo-bromeó un poco Tobirama- Ho gran greñitas de los cielos por favor dime ¿disfrutas tu complejo de Electra? ¿Qué perversiones quieres que cumpla para ti? por favor que no sea policía, no quiero darle vueltas al bastón-

Madara arrugo la nariz.

-Me repugnas-

Kagami quien por obvios motivos dejo de comer miro a su primo fijamente y alzó una ceja. Madara bufó y beso a Tobirama en la mejilla. Breve y de mala gana. Al menos cumplía las reglas de su primo, eso era un insulto ¿Por qué tenia que premiarlo cuando dejo una imagen perturbador y asquerosa en su mente?

-Y ¿Cuál es el plan para la cena?- pregunto Kagami mejor centrándose en el teléfono, no volvería a tocar comida y mucho menos las salchichas que le habían quedado sobrando en el plato.

-Si- dijo Tobirama mirando a Madara- ¿A que hora debo estar en tu casa? 

-Cenamos a las siete, si llegas un cuarto de hora antes será bien visto- respondió dándole un vistazo severo- Y cámbiate esa ropa. No quiero que piensen que mi novio es un okupa.

Tobirama arqueo una ceja y bajo la vista  su ropa. ¿Qué tenia de malo? Era solo un par de jeans negros gastados ¿lo roto no estaba de moda? y una camisa del mismo color.

-Yo creo que estoy bien así. ¿Lo monocromático no siempre es fiable? -dijo despreocupado.

¿Al menos esta limpia?- pregunto Madara tomando el borde de la maga- Parece que la sacaste del tacho de la ropa sucia y la sacudiste- soltó la tela.

-Pues es negro- dijo Kagami tomando agua, el hambre estaba perra, pero ni loco tocaba las salchichas- Si esta sucia o no no se notara-

-Deja de ser tan jodidamente metido y apoyarlo-dijo Madara agarrando la salchicha de su primo- Esta sucia, es una porquería y no puede presentarse así a la casa de mi padre. Mi padre basa sus impresiones en el aspecto, si luces bien y ordenado, el creerá que no estoy con un delincuente .

-¿Cosmopolitan?- pregunto Tobirama limpiándose la boca con la servilleta- Tiene buenos tips para la cama-

-¿Piensas con la pollas o con el cerebro?- saltó Madara con un bufido y pegándole con su embutido.

-Normalmente pienso en la deuda externo, el producto interno bruto, las políticas sociales asistencialistas y la paz mundial. Pero después de eso pienso en sexo- sonrió pícaro, Kagami se rio y Madara bufó otra vez- ¿Qué? ¿Acaso tú piensas en temáticas profundas y contingentes todo el día?-

Sorehodo kanpekide wanai (CANCELADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora