Capítulo 5: Noche de servicio

524 94 26
                                    

Dos clubes y más de una veintena de delincuentes apresados. La agencia de su padre se estaba llevando gran mérito por las detenciones hechas, sin embargo, esas misiones nocturnas de las que no podían hablar al resto estaban siendo realmente agotadoras. Bakugo y Shoto habían sido convocados para ayudar a otros equipos en lo que llamaban "misión de contingencia". Estaba claro que los villanos planeaban algo y la agencia de Endeavor iba a la cabeza tratando de impedir un plan que todavía no conocían.

Ya eran las cinco de la mañana cuando ambos terminaban con el último club de la noche. Shoto miró la hora en su teléfono. Izuku debía estar dormido, descansando para entrar al día siguiente, a él aún le quedaban un par de horas, pero era imposible entrar en otro club. Pese al cansancio, les quedaban un par de horas de patrulla por las desiertas calles de Shizuoka.

Su compañero se acercaba hacia él agarrando con una mano su hombro y haciendo giros con el brazo como si tuviese una contractura.

— ¿Te encuentras bien? – preguntó Shoto.

— Agotado – se quejó Bakugo – prueba tú a llevar esos chismes toda la noche, todos los días.

— Sé que pesan bastante – sonrió Shoto. Alguna vez había agarrado el acumulador que Bakugo empleaba para las explosiones.

— Me deja los brazos molidos – sonrió Bakugo sabiendo que su compañero solía ser discreto y jamás desvelaría datos sobre él.

— Supongo. ¿Quieres entonces ir a ver a tu novio o no?

— ¿Me cubrirás?

— Sí, claro. Si llaman por alguna emergencia, yo acudiré.

— Entonces, vámonos ya. No quiero perder tiempo.

Shoto sonrió. Tras una par de semanas donde Bakugo apenas había podido hablar unos minutos por teléfono con su chico, se le notaban las ganas por estar un rato con él. ¿Era poco ético abandonar su puesto de trabajo aunque fuera por poco tiempo? ¡Claro que sí! Pero confiaba en Shoto cuando le decía que él le cubriría. Además, tras haber cumplido a la perfección con su misión primaria, si llamaban para ir a buscar algún gato perdido o cualquier tontería de esas, Shoto se valía por sí mismo y si era algo de mayor riesgo, Shoto le llamaría para que bajase enseguida. Todo estaba controlado.

Los dos caminaron en silencio el uno al lado del otro. Realmente, Bakugo adoraba hacer equipo con Shoto, sobre todo, por esos silencios que a otros les parecían incómodos, pero él adoraba.

— ¿Has avisado a tu novio de que vamos para allí?

— Estoy en ello – sentenció Bakugo mientras escribía a gran velocidad un mensaje.

Al ver aquello, Shoto prefirió volver a su silencio y caminar hacia el apartamento de Kirishima. Al llegar al portal, Shoto se fue directamente hacia las vallas metálicas que delimitaban la acera de la carretera y se sentó en una de ellas dispuesto a esperar allí a que Bakugo acabase.

— Te veo en un momento.

— Sí, no hay prisa. – susurró Shoto –. Aquí te espero.

Bakugo se dirigió directamente al portal y abrió la puerta. ¿Cuántas veces le había dicho a Kirishima que la finca debía arreglar esa puerta? siempre se quedaba abierta y no era demasiado seguro dejarla así. No parecían hacerle caso.

***

El sonido del teléfono vibrando sobre la mesilla le hizo abrir los ojos perezosamente. Golpeó con sus dedos la pantalla para observar entre la intensa luz proveniente de la pantalla, las cinco y media de la madrugada.

Together (Boku no hero: Deku-Todo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora