Together (Boku no hero: Deku-Todo)

Capítulo 19: ¡Al traste!

Mes y medio después:

Por fin tenía convencido a su padre para que le dejase regresar a su vida de héroe. Sólo había tenido que estar mes y medio centrado en entrenar y acostumbrarse a ese nuevo cuerpo, a la movilidad que ahora tenía o no tenía. Desde luego, era un poco diferente a la movilidad que cuando era un hombre. No era ni mejor ni peor, simplemente, diferente.

Shoto, con las manos en tensión apoyadas sobre la encimera del lavamanos, miraba aquel objeto apoyado al lado de su mano izquierda. Estaba tenso, muy tenso y entonces... todo su mundo se congeló al instante. Pensar en Izuku le hacía sentirse demasiado solo y triste, odiaba no tener noticias suyas excepto por las dichosas páginas del periódico. Desvió un segundo su mirada al espejo completamente afligido y volvió a mirar encima de la encimera la hoja del periódico donde hablaban del "nuevo villano". Según las noticias, había hecho tantas malezas... evidentemente, todo era una gran invención por parte de los héroes de la agencia para darle fama a Izuku y que los villanos quisieran contactar con él.

— ¡Mierda! – insultó Shoto y no era normal en él escuchar palabras semejantes. Por eso mismo, Bakugo, que iba por el pasillo, al escucharle, se detuvo al otro lado de la puerta.

— ¿Estás bien? – preguntó dando un par de golpes con sus nudillos a la puerta para que Shoto identificase rápido que hablaba con él y no con alguno de los perros que observaban hacia el pasillo, absortos, lo que ocurría allí.

— Sí – se escuchó al otro lado antes de seguir escuchando otros ruidos, parecía la papelera al abrirse. Seguramente, Shoto había lanzado algo dentro. La puerta se abrió súbitamente y Shoto salió dispuesto a ir a desayunar. Ya iba vestido con su nuevo traje de héroe, que venía siendo lo mismo sólo que adaptado a su nuevo género – perfectamente – dejó escapar al ver la cara de sorprendido de Bakugo.

— Qué suerte tienes. A ti te dejan volver a trabajar al menos.

— Media jornada – se quejó Shoto – sólo hasta que deba ir a recogerte al colegio.

— No te quejes, yo estoy en una mierda de colegio con críos a los que no aguanto.

Shoto sonrió ante aquello.

— Ya... no robes el bocadillo de ningún niño, ¿quieres?

¡Era idiota por preocuparse por Shoto! Así se sentía Bakugo y, por eso mismo, esbozó una sonrisa arrogante. Él estaba bien, quizá sólo echaba de menos a su esposo porque si algo fuera mal, Shoto se lo contaría. Eran compañeros, siempre se habían contado las cosas.

— Desayuna y ve a por tus cosas. Te acompañaré a clase antes de irme a trabajar – dijo Shoto como si realmente se hubiera metido en el papel de madre.

Realmente, habría sido un gran padre, o madre en este caso. Bakugo lo sabía. Llevaba todo ese mes y medio volcado en él y tratando de actuar como una familia pese a las circunstancias en las que vivían. Shoto sabía de sobra que Bakugo era capaz de ir solo a clase, o de hacer cosas que él no podía, como cocinar, y aun así, por raro que sonase, Bakugo se había acostumbrado a que Shoto actuase paternalista con él al verle indefenso en la figura de un niño.

— Shoto... serás un buen padre – dijo Bakugo en un intento por animarle al ver que esa mañana estaba siendo un poco extraña, seguramente por su añoranza a Izuku.

— Ya... un padre solitario al parecer – sonrió Shoto.

— Izuku volverá, es sólo cuestión de tiempo y lo sabes.

— Sí... el problema es saber cuánto tiempo le llevará ingresar en esa maldita banda y enterarse de la ubicación del villano que nos hizo esto.