Capítulo 27: La felicidad

198 32 0
                                    

Un año después:

¿Qué era la felicidad? Los expertos darían una definición como que era un estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo. Para Bakugo, aquello eran simplemente palabras, la felicidad para él era exactamente lo que veía siempre que iba a casa de sus mejores amigos.

Tanto Izuku como Shoto tenían siempre ojeras profundas, se notaba su falta de sueño y, aun así, se les notaba tan sumamente felices que, a veces, Bakugo llegaba a plantearse el adoptar junto a su novio Kirishima.

Sentado en el sofá de enfrente, viendo al niño dormir tan a gusto sobre el pecho de Shoto, Bakugo sentía que realmente eso debía ser la felicidad. Se les notaba tan tranquilos y apacibles que daban un poco de envidia.

— ¿Te sientes raro? – preguntó Bakugo al ver a Shoto sonreír viendo dormir al niño sobre su pecho masculino.

— Un poco. Llevaba tanto tiempo con el cuerpo de una mujer que al volver ahora a mi estado, no sé... sí, quizá es un poco raro, aunque admito que me siento mucho más tranquilo al haber recuperado mi forma tal y como era. No me malinterpretes, agradezco el hecho de que ocurriera y el haber podido tener a este pequeñín pero... me gusta tal y como soy – sonrió Shoto.

— Me imagino. ¿Empiezas mañana de nuevo a trabajar?

— Sí. Mi padre quiere venir conmigo.

— ¿En serio? Pero yo soy tu compañero.

— Ya, pero como llevo tanto tiempo fuera de servicio, quiere supervisarme un tiempo, supongo.

— Hablaré con él – se quejó Bakugo – yo puedo supervisarte también, además, si te metes en líos, yo te protegeré.

— ¿En qué líos voy a meterme? Sé muy bien lo que tengo que hacer.

— Ya... no te lo discuto, pero es cierto que llevas más de un año sin trabajar y eso hace que pierdas algo de experiencia, tu cuerpo tendrá que acostumbrarse de nuevo.

— Supongo que sí. Por las mañanas he salido a entrenar un poco y sí he notado que me canso con más facilidad que antes. Falta de práctica, supongo – sonrió Shoto.

— ¿Qué tal lleva Deku eso de que empieces a trabajar?

— Le gusta la idea, aunque es cierto que estamos un poco nerviosos los dos. Por las mañanas cuando voy a entrenar, él se queda cuidando de él, pero nunca ha estado todo un día a solas con él porque trabajaba por las tardes, quizá está un poco nervioso de que no va a tener ayuda – sonrió Shoto al darse cuenta de eso – y la verdad es que yo no me he separado demasiado de él excepto un par de horas por la mañana, lo cual quiere decir que es posible que se me haga muy dura la vuelta al trabajo y estar tanto tiempo sin él. ¿Has hablado con Kirishima del tema? – preguntó Shoto con una voz suave al ver cómo dormía de a gusto su hijo.

— Algo.

— ¿Algo? Llevas un año viniendo aquí y hablándome sobre niños y ¿sólo lo has hablado "algo" con la persona con la que de verdad tienes que hablarlo? No tienes remedio.

Bakugo sonrió. Era cierto que sacar ciertos temas solía costarle y quizá estaba demasiado acostumbrado a tratarlos con Shoto, con él siempre era fácil hablar y se llevaban demasiado bien.

— En una pareja es bueno abrirse.

— No tengo problemas de abrirme con Kirishima – susurró Bakugo – es sólo... que no sé si él está en esa fase de su vida donde quiera un niño y las adopciones no son nada fáciles. Quizá nos pondrían muchos problemas y no quiero que él se desanime.

Together (Boku no hero: Deku-Todo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora