Capítulo 3

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KAGAMI.

Las paredes a mi alrededor parecen aprisionarme. Llevo diez minutos encerrada en el baño, y sé que le prometí a Marinette mantenerme aquí, pero cuesta cumplirlo cuando parece que nada está sucediendo.

Me escabullo buscando la libertad, sin perder el estado de alarma en caso de encontrarme rodeada de peligro. Sin embargo, todo se encuentra ahora en silencio, lo que sea que haya sucedido tuvo que haberse terminado. Dejo salir el aire de mis pulmones que de forma inconsciente estaba aprisionando, es entonces cuando un sonido vuelve a poner en alerta todos mis sentidos, hasta que me doy cuenta que simplemente viene de mi móvil.

—¿Hola? —contesto aún aturdida por todo lo que acaba de suceder.

—Kagami, ven a casa ahora mismo —es la voz de mi madre.

Por mucho que su molestia sea siempre una preocupación para mi, esta vez apenas logra inmutarme. Hay algo más que me preocupa, pero no logro explicar racionalmente el qué.

—Kagami, ¿me estás escuchando? —sin darme cuenta me había quedado en silencio mientras mi madre esperaba una respuesta.

—Sí, ya voy madre —cuelgo.

Observo todo a mi alrededor donde ya no hay nadie. Hay un silencio casi perturbador, deseo salir de ese lugar de inmediato así que es lo que hago. Quisiera saber en dónde encontrar a Marinette, pero apenas conozco a esa chica y la dirección de tu casa no es precisamente información que des en tu primera conversación con alguien.

En el largo camino a casa apenas y me encuentro con gente. Hubiera pensado que una ciudad de tal renombre como lo es París tendría más turistas y gente viviendo en ella. Pero o me equivocaba o algo inusual estaba sucediendo. No soy ignorante a las akumatizaciones, y aunque pueda explicar la pérdida de actividad turística, Paris no es el único lugar con peligros sobrehumanos. Nueva York y básicamente todo Estados Unidos es uno de los mayores ejemplos, y este peligro termina siendo muy atrayente, reciben millones de turistas cada año.

Mis pensamientos se ven interrumpidos, ante la puerta de mi casa todo parece como siempre... pero hay algo, una intuición que causa una presión en mi pecho. No me gusta nada.

Abro la puerta sintiendo los latidos de mi corazón en mi garganta.

—¿Ma... mamá? —tartamudeo con un nudo en mi garganta.

Silencio absoluto.

Sigo caminando, a pesar de que voy a paso normal se siente como una eternidad. Mi madre no está en la sala de estar. Corro a si habitación, mi habitación, la cocina, no la encuentro en ningún lugar. Cuando la desesperación comienza a inundarme y vuelvo a entrar en mi habitación para intentar tranquilizarme observo una hoja sobre mi cama. Sin pensarlo dos veces corro a ver lo que hay en ella.

"Si buscas respuestas, tu madre no será quien te las de. Acude a quien pueda descubrirlas contigo. Sé que sabrás qué hacer."

La firma era un dibujo de una mariposa, pero esa mariposa era color escarlata, a diferencia de todo lo demás en la carta. Sentí que me faltaba el aire. Pero no, Marinette no podía haber sido quien la escribió, estuvo todo el día conmigo y sus reacciones aturdidas al verme y mi dije me dejan en evidencia que no tiene idea de lo que está sucediendo tampoco.

¿Entonces por qué me abandonó en el baño?

Comienza a dolerme la cabeza, siento que no puedo pensar nada con claridad.

Marco el número de mi madre, pero alguien me cuelga al instante. Algo realmente no huele bien.

Recibo un mensaje de Adrien. Es cierto que había aceptado salir con él hoy, pero no me va a ser posible. Me pide explicaciones que no puedo darle, pero de repente se me ocurre que de hecho él podría ayudarme con algo.

Empty Charm [Marigami]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora