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BRUNO

No sé la verdad como termine conduciendo cerca de la casa de la de Nia y la lleve a la Uni. Que me haya hablado, me gruño pero me encanta. Sentir su respiración y el latir de su corazón, el agarre de sus manos en mi abdomen. Es tan cálido y tan bonito. Logre que se mantenga así y luego me despedí dándole un beso y no hizo nada.
Estoy tan feliz, estoy emocionado, me habla y no ha corrido.
Voy a clase, pasan las horas entre materia y materia y no puede concentrarme. Bueno un poco sí y tomo notas.
Termina la segunda clase y cuando estoy por almorzar recibo una llamada. Es Nieves

Llamada
- Hermanita-
- ¿Puedes buscarme?- dice, parece estar llorando
- ¿Qué pasó? No fuiste en auto-
- Papá me llevo, no tengo el auto-
- Nieves ¿qué está pasando?-
- Nada sólo necesito que me busques, ¿puedes hacerlo?-
- Sí, en seguida voy-
- Gracias hermanito-
- No me agradezcas, espérame ahí. Estas en la inmobiliaria ¿no?-
- Sí, te espero. Ven rápido-
- Sí, tranquila. Estoy en camino- digo mientras camino hacia la salida
- Te quiero, chau-
- Y yo a ti, bye-
Fin llamada

En el camino me encuentro con Joaco
- Te estaba buscando, Marina no...-
- ¿Está en su auto?-
- Sí, Bruno ¿qué pasa?-
- Nieves, me llamo y me pidió que la recoja en la empresa de papá-
- Ella no tiene....-
- Sí pero hoy la llevo mi padre, no sé qué pasó pero me llamo llorando-
- Está bien, voy por Marina y vamos a buscar a tu hermana-
- Gracias- digo y él sale hacia dentro, luego de unos minutos vienen ambos corriendo. Me subo a mi moto colocándome el casco y arranco, ellos me siguen en el auto conducido por Joa que sabe dónde es la inmobiliaria. Llegamos- Quédense aquí, iré por mi hermana-
- ¿No quieres que te acompañemos?- se ofrece Marina
- No, esperen. Yo ya vengo, gracias igual- ella sonríe, Marina se está convirtiendo en una amiga para mí y es importante para mi hermana.
Camino dentro del edificio hasta la oficina de mi hermana, está abierta y al entrar hay un chico abrazándola.
- Ya llego tu hermano, tranquila. No me gusta verte así- habla el chico al verme
- Gracias Lucas- dice mi hermana y va hacia mí, aunque es mayor yo soy más alto y se acurruca en mi cuerpo. La abrazo bien fuerte, miro al tal Lucas por una explicación pero él ni me mira.
- Mejor vuelvo a trabajar, nos vemos- dice, besa el cabello de mi hermana y sale de la oficina
- Nieves ¿qué pasó?-
- Vámonos y ya- dice
- Está bien- digo- Toma tus cosas- ella toma su bolsa y unas carpetas y vamos al estacionamiento. Marina se acerca y la abraza, ella se aferra a su amiga. Marina y Nieves son amigas desde antes de que Joa y ella fueran novios. Iban a patín juntas y al mismo instituto, sólo con dos años de diferencia. Mi hermana tiene 22 y Marina 20.
- Nieves no llores, vamos. Súbete al auto, tengo chocolates e iremos por libros y helado- dice Mari
- Gracias pero sólo quiero ir a casa y no volver a pisar jamás está empresa-
- ¿Qué pasó? ¿Qué te hizo papá?- pregunto algo brusco y Nieves me mira asustada- Perdón pero estoy preocupado-
- Luego le preguntas, ahora te llevaremos a casa y nos quedaremos los tres contigo ¿si?- intercede su amiga y Joa y yo asentimos.

Nieves se sube al auto junto a mis amigos. Los sigo en mi moto hasta llegar al departamento de mi hermana. Estacionamos, bajo de mi moto y voy a abrirle. Ella se tira en mis brazos, está llorando desconsoladamente. Esto no pasaba hace mucho. La vi muy pocas veces llorar así.
- Entremos, te preparare chocolate caliente e iré a comprarte libros y todo lo que quieras- digo aferrándola y acariciando su pelo. No me gusta verla así. Ella asiente y nuestros amigos nos siguen dentro del edificio. Subimos el ascensor y ella no se suelta de mí, Marina y Joa la miran preocupados. Saben que es muy raro ver así de mal a mi hermana.

El ascensor para, salimos y ella se suelta para abrir. Entra y corre a su cuarto, Marina la sigue. Joa entra y por último yo y cierro, preparo chocolate para todos y voy al cuarto de mi hermana. Está llorando abrazada a un perrito de peluche que le regalaron en sus 15. Me siento a su derecha y Marina a su izquierda. Joa está sentado en una silla al lado de la cama.
Reparto las tazas y ella agarra la suya. Le da un sorbo y empieza a calmarse.
- Gracias por venir por mí, a todos. Me siento una niña pidiendo esto, o sea tengo 22. Soy una adulta y tengo un hermano menor o sea yo debería cuidarlos, no ustedes a mí. Amiga perdón por esto, no quería-
- Deja de disculparte, te queremos y por eso estamos para ti y yo sé que aunque seas más grande también necesitas que te cuiden- dice Marina abrazándola
- Es por eso que eres mi mejor amiga- dice Nieves sonriendo
- No quiero arruinar el momento pero necesito saber qué pasó con papá- pido intentando no sonar molesto
- Em digamos que peleamos, muy feo y caso me despide pero no pasó porque llego el abuelo y papá disimulo que no pasaba nada. El abuelo se fue, papá me dio esa mirada fulminante y me dijo que debía mejorar mi trabajo si quería seguir en la empresa. Yo quise responder pero se fue. Me sentía súper mal, papá nunca me había gritado o tratado así, además me comparó con Luz y su vida armada desde que tiene 16 y como yo no podía ser más como ella. Que debía dejar de leer y enfocarme en trabajar y conseguir un marido que con cómo voy me va a servir más que mis estudios. Eso dolió y fue la gota que colmó el vaso, le grite diciendo todo lo que me esforzaba y todo lo que había conseguido la empresa gracias a mí pero no escucho. Por mis gritos apareció el abuelo, papá no dejo que me vea porque tenía los ojos rojos y las mejillas llenas de lágrimas. Y luego bueno lo que ya conté de que tengo que mejorar, no quiero seguir ahí-
- Lo siento tanto hermanita-
- Tenías razón, no tenía que trabajar allí pero fue muy ingenua y pensé que papá me vería si trabaja para él, en su empresa. Siempre quiso eso para ti- dice ella
- Sí, ya no te carcomas la cabeza. Mañana presentas la renuncia y ya-
- No puedo-
- Nieves qué más pasa- la increpa Marina
- El abuelo no lo va a entender además no puedo pagar el alquiler con lo que gano en los trabajos que hago con Luz. Tendría que buscarme un trabajo y no todos son flexibles como el de la inmobiliaria. No quiero estar mil horas sentada en una oficina-
- A ver Nieves, ya no sé qué decirte. Yo en mi vida trabajaría con papá pero si lo necesitas y te hace feliz trabajar allí obviando la parte de nuestro padre te apoyo y si quieres te voy a buscar o te llevo. Solo debes...- digo
- Gracias pero puedo ir en mi auto o pedirle a Lucas-
- Así que ya tiene nombre el chico nuevo- dice su amiga y mi hermana la fulmina con la mirada- Oh mala mía, no dije nada-
- Lucas es el chico que te estaba abrazando ¿no?- ella asiente- Y es el chico del que me contaste ayer-
- Sí-
- ¿Cómo que abrazándote? ¿Vio todo lo que pasó?- pregunta Marina, Joaquín y yo queremos matarla porque a veces es tan entrometida en esos temas que los dice en el peor momento
- Sí, él es diseñador de interiores. Iba a llevarme unos papeles y escucho el griterío. Luego llego mi abuelo, papá fingió como siempre y se fue. Lucas apareció, me vio llorando y me abrazo. Cuando me calme un poco logre llamarte y él se quedó conmigo hasta que llegaste- explica mirándome
- Que lindo gesto- dice Marina y Nieves sonríe- Bueno me parece que ya estás mejor y yo muero de hambre y sé que ustedes dos también así que iré por unas hamburguesas al Mc-
- Tráeme el helado especial, ese de crema lleno de rocklets-
- Sé cuál es, amor ¿me llevas?- dice dándole la llave de su auto a su novio. Joaquín tiene su auto en el mecánico y por eso usan el de ella.
- Claro, todo va a ir bien ¿si? Tu papá no sabe lo que dice, eres maravillosa y él un idiota que no sabe valorar los fantásticos hijos que tiene y que no puede hacer con ellos lo que se le cante en gana- dice Joaquín, es la primera vez que habla desde que llegamos. Le da un beso en el cabello a mi hermana y ella le sonríe
- Tu novio es un amor amiga, hermanito elegiste al mejor amigo que existe. Gracias Joaco- dice Nieves
- No agradezcas, si no fuera por ti no tendría a tu hermano como mejor amigo. Lamento todo lo que...-
- Es pasado, ahora vayan por comida- dice ella y le tira las llaves a su amiga que las atrapa en el acto.
- Ya venimos- dice Marina y sale junto a su novio
- ¿Estarás bien?-
- Sí, ahora cuéntame algo. ¿Qué tal con la chica de ayer? Nia se llamaba ¿no?-
- Sí, digamos que no lo tome con calma y termine llevándola a la uni en mi moto-
- Okey, no la obligaste ¿no?-
- No, no soy un mal tipo y lo sabes. Pase por su parada y bueno cuando llego el metro hice que el chofer arranca y no le quedo de otra. Sé que le gusto, o por lo menos no bajo asustada, ni grito ni corrió lejos de mí-
- Que bueno, creo que alguien se está enamorando. Me gusta verte así-
- A mí me gustaría que no estés llorando por papá- digo
- Ya déjalo, necesito el trabajo e intentaré mejorar todo lo posible. Haré una especialización, no sé pero no quiero darle la razón porque no la tiene-
- Está bien, estoy contigo. Siempre-
- Gracias hermanito- dice y me abraza.

Se termina su chocolate y destapa el órgano que tiene en su cuarto. Todos en su momento hemos aprendido a tocar el piano- ¿Tocas algo para mí?-
- No tienes la guitarra, sabes que me gusta más-
- No tengo, espera creo que me traje una tuya la última vez que fui a casa. La estaban por tirar- la busca y me la da
- ¿Qué quieres que toque?-
- Lo que sea-
- Okey- empiezo a tocar y a cantar una de sus canciones favoritas Fucking Perfect de Pink

Ella cierra los ojos y mientras canto veo como su respiración se calma. Termino y justo llegan Marina y Joa con comida.
- Vamos a la cocina, no quiero mi cama llena de migas- dice Nieves y vamos a la cocina. Nos sentamos en la barra y comenzamos a comer. Marina cuenta de sus clases de teatro y Nieves la escucha atenta y luego empiezan a hablar de películas y series románticas y de libros y de cursilerías.
Terminamos y mientras Nieves come su postre yo lavo los platos. Marina fue a buscar algo a su auto y Joaquín está mirando la televisión.
Marina vuelve y le entrega una bolsa a mi hermana.
- Sorpresa- dice ella
- Es lo que creo que es- dice Nieves
- Sabes que sí-
- No puedo creerlo, estás loca- dice y abre el paquete donde hay dos libros
- Te gusto tanto la primera y segunda parte que tenía que comprarte el tercero y el especial-
- Me encanta, tengo mi primera colección de fantasía completa. A releer Lesath se ha dicho- dice Nieves y abraza a su amiga- Te amo, sos la mejor-
- Te lo mereces, te parece si hacemos día de chicas y lectura. Me quedo contigo y me lo lees como cuando éramos más chicas- propone Marina
- Me encanta- dice Nieves- Gracias chicos pero se tienen que ir-
- Disfrutan de su día- digo- Llámame cualquier cosa- digo a mi hermana y la abrazo, saludo con un beso en la mejilla a Marina y voy a la puerta.
- No sean chicas malas- dice Joaquín y su novia le da un golpe y luego lo besa.
Sale conmigo, debo llevarlo yo ya que el auto es de Marina. Bajamos, subimos a la moto y conduzco hasta el departamento.
Llegamos, estaciono y subimos al depto. Martín no está y sólo han pasado 3 horas desde que nos fuimos de la uni.
- Voy a mi cuarto-
- Yo me voy a tirar un rato también- dice y cada uno va a su cuarto

Entro a mi cuarto, tomo mi guitarra que está colgada en una de las paredes. Me siento en la cama, esta está ubicada al lado de la ventana y se ilumina todo el cuarto. Veo el desastre que es mi escritorio y la silla giratoria, más tarde deberé ordenarlo.
Acomodo la guitarra, la afino y empiezo a tocar un poco. Nada en específico, sólo algunos acordes y melodías sueltas. Cierro los ojos y pienso en Nia. Me había olvidado por completo de lo que pasó hoy, ni que fuera para tanto pero la verdad el problema de Nieves con mi papá me dejo sin cabeza para otra cosa.
No lo entiendo, ella hace todo y él no aprecia nada. Espero que mañana ya esté de buen humor porque si pasa lo de hoy otra vez no respondo de mí y no me importará ni un poco que sea mi padre.
Me acuesto pensando en eso, quiero sacar esa bronca de mi mente pero me es imposible. Lo que me colmo fue que le dijo que se busque marido. No todos consiguen el amor fácilmente, la verdad yo aún no lo he conocido.
Además Nieves es muy linda, enamoradiza, buena chica, sincera y se merece a un buen hombre, no a un cualquiera o a un marido que no la considere capaz de mantenerse sola.
Debo dejar de maquinar, Nieves no querría eso. Ahora ella está bien y disfrutando de nuevos libros con su mejor amiga.

Busco un libro para leer, elijo uno de Sherlock Holmes y comienzo a leer.

Horas más tarde

Ya voy por el tercer libro con interrupciones para tocar melodías, maquinarme o pensar en esos ojos verdes que me encantan.
Tocan la puerta, Joaquín pasa sin tocar y entra
- Ya no tocas-
- Que gracioso, pedí tacos ¿vienes?- asiento y salgo del cuarto
Martín ya está en casa y me saluda con una mano mientras con la otra agarra un taco.
- ¿Qué tal tu día?- pregunta
- Agitado- responde
- Marina iba a almorzar con nosotros pero salió corriendo ¿todo bien?-
- Sí, un pequeño problema con mi hermana. Ella y Marina son mejores amigas-
- Aja, ¿y qué tal tu paseo con Nia? No perdiste tiempo-
- Vos tampoco, te vi con Miranda. Bien, por lo menos me hablo y no salió corriendo y su mirada por primera vez no reflejaba pánico-
- Que bueno por ti, serían una linda pareja. Sigue así pero sin presiones, hoy se puso bastante mal con lo de Marina-
- Oh, ¿qué pasó? ¿está bien?-
- Sí, fue solo el momento. Después ya estábamos bien-
- Que bueno-
- Te estás enamorando- dice Joaquín metiéndose- El amor es algo muy especial, es algo que no siempre pasa, no lo pierdas y no te rindas- me aconseja
- Gracias Joa- digo y terminamos de comer

Voy al baño, me doy una ducha para no tener que hacerlo temprano y me pongo un boxer y una camiseta. Me acuesto y toco un poco hasta que me agarra sueño y me duermo soñando con ese ángel de ojos verdes.

Ojitos verdes- Serie- EncuentrameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora