NIA
Hoy es domingo, día familiar y adoro este día. Todos estamos juntos y riendo, hasta Lea me trata un poco mejor que en la semana. Además algunas veces mamá nos trae el desayuno a la cama y charlamos las tres en mi cuarto.
Hoy no fue el caso porque la charla iba a ir sobre Bruno y no estoy lista para contarle a todo mundo que me enamoré y tuve mi primer beso y muchos más.
Me doy una ducha, me pongo un vestido azul de tirantes y unas chatitas a tono, me peino un poco y lo ato en un rodete para estar más cómoda.
Voy al comedor a desayunar, están todos allí y desayunamos en calma, por suerte nadie pregunta nada de Bruno. Tocan el timbre y son mis abuelos paternos, los abrazo y ella va a la cocina a ayudar a mi madre. Al rato llegan mis otros abuelos, más abrazos y ella también pasa. No me parece que sean ellas las que tienen que cocinar pero papá no sabe hacer lo que quiere mamá y por eso están ellas. La verdad que me hace sentir que debería estar ahí como mandato social pero no lo hago. Me quedo en la sala leyendo un poco hasta que vuelven a tocar el timbre, esta vez Lea va a abrir.
Cuando los recién llegados pasan me fijo que son Marco y Anna, les doy un abrazo y robo a Anna para contarle detalles de la llamada de ayer. Estoy tan feliz, aún no puedo creer que lo haya besado. No puedo creer que por fin me estoy enamorando.
Pasan unas horas y nos llaman a comer. Comemos entre risas y anécdotas de mis padres y abuelos. Marco y Anna también cuentan algunas cosas que han pasado en la semana. Disfruto de ese y del gran plato de ñoquis con salsa que está delicioso.
Terminamos y Marco junto con mis abuelos y mi papá se ofrecen a levantar la mesa y lavar los platos. Las mujeres lo agradecieron y yo me sentí feliz con esa actitud de compañerismo.
Vuelvo a la sala a leer un poco más y recuerdo que Bru me debe una canción así que lo llamo. Me atiende y me dice que vaya a su depa, acepto muy nerviosa porque confío en él. Busco a Nieves y le pido que me lleve, antes me pongo perfume, desodorante y un brillo de labios. Tomo un bolso pequeño donde poner el celular y plata. Anna me lleva, llego y debo llamar al portero. Bru hace que la puerta se abra y subo al ascensor hasta el piso 3. Cuando salgo él está esperándome, nos saludamos tímidamente, aún no me acostumbro a esto que tenemos. Me abraza aferrándose a mí y diciéndome que me extraño y que me necesita. Yo respondo que yo a él y me acurruco en su pecho. Entramos y sin dejar de abrazarnos terminamos sentados en un sillón. Lo miro, le pasa algo pero no sé qué. Él aprovecha y me roba un beso que sigo hasta quedarnos sin aire.
- ¿Qué pasa?- le pregunto y él se acurruca en mi vientre, está llorando y eso me preocupa- Ey, estoy aquí para ti. Todo irá bien- digo acariciando su pelo.
Nos quedamos en silencio hasta que logra calmase y me mira con los ojos rojos e hinchados de llorar, beso cada uno y termino en su boca. Él sigue el beso intensificándolo al meter su lengua dentro de mi boca, hago los mismo en la suya saboreando hasta el último tramo de esa cavidad bucal a la que me he vuelto adicta. Paramos por aire, él sonríe pero aún tiene los ojos tristes.
- Está todo bien, no te preocupes- dice pero no le creo
- Dime qué pasó, confía en mí-
- Está bien, lo mismo de siempre. Mi padre y mi madre dijeron cosas no muy lindas a Nieves frente a todos y no lo soporte. Finalmente nos fuimos del almuerzo familiar y almorzamos nosotros dos solos-
- Lamento mucho eso, Nieves tiene un gran hermano y que tus papás no entiendan lo maravillosos que son es su problema. No te hagas mala leche, además ahora tienes a alguien que te quiere mucho y te va a mimar y alegrar todos tus días-
- Ah sí, quién- dice y lo golpeo. Él me acerca más a él y me besa con pasión, paramos y en mis labios dice- Te quiero tanto ojos verdes- y vuelve a besarme. Toma mi cintura y me sube a su regazo y yo rodeo con mis brazos su cuello quedando bien pegados. Abre su boca y meto la lengua, él hace lo mismo y empieza una guerra en nuestras bocas. Paramos por aire y me sonríe, esta vez sus ojos también me sonríen
- Eres un tonto-
- Pero me quieres- dice y reímos, le doy un pico y apoyo mi cabeza en el hueco entre su cuello y su hombro- Gracias por haber llamado, no sé si sería capaz de seguir con este día si no estás conmigo-
- Siempre voy a estar, no tienes que preocuparte y puedes llamarme cuando quieras y necesites porque vos estuviste en todas mis crisis desde que nos conocemos. No puedo hacer menos que estar aquí, abrazarte y consolarte- digo y él mueve su cabeza para darme un pico
- Sos tan tierna, sos tan dulce. Me enamoras cada día más-
- Bru-
- Sí, estoy enamorado de ti pero creo que ayer ya te lo dije pero no me cansaré de repetirlo-
- También estoy enamorada Bru, lograste entrar a mi corazón y no me arrepiento porque cada día me gusta más esta sensación y cada día vos me gustas más y te quiero cada día más. No voy a mentir, tengo mucho miedo pero quiero intentarlo porque sé que vos nunca me lastimarías. Lo veo en tus ojos, en su brillo cuando me ves o me nombras y me encanta que sea así- digo y él me besa dulcemente.
- Vamos a mi cuarto así te toco la canción que tanto querés-
- Yo no elegí una canción-
- Pero insististe en que te muestre como toco la guitarra-
- Cierto, por eso estoy acá- digo haciéndome la tonta y él ríe
- Vamos- dice, me da un pico. Me levanto y luego él, caminamos hacia su cuarto. Es bastante amplio y ordenado para ser de un varón. Me tiro en su cama y aprecio la vista soleada de este domingo.
- Me gusta como armaste tu cuarto, la ventana al lado de la cama. Me recuerda al asiento que tengo en el ventanal de mi cuarto. Es bonito leer a la luz del sol ¿no?- digo y él sonríe
Agarra una guitarra y se sienta frente a mí, me da un beso pequeño y dulce y empieza a afinar la guitarra
- ¿Qué quieres que toque?-
- Lo que sea- digo sonriendo y mirando para todos lados, hay libros, discos, un escritorio algo desordenado y su laptop está abierta en un archivo word- ¿Qué es eso?- pregunto y él sigue mi mirada. Deja la guitarra y cierra la laptop, parece algo vergonzoso- No quería meter...-
- No es contigo, es algo privado. Aún no es nada. En fin en qué estábamos-
- En que ibas a tocar una canción para mí- digo sonriendo y robándole un pequeño beso
- Que traviesa- dice y reímos- ¿Cantante favorito?-
- Shaw Mendes y bueno Morat pero ese lo sabes y a ti te gusta- sonríe cómplice
- Soy más de que me salgan canciones en inglés así que Shaw Mendes será-
- Estoy lista- digo brindándole una sonrisa, empieza a cantar "Look up at the stars"
- Look up at the stars
They're like pieces of art
Floating above the ground
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Ojitos verdes- Serie- Encuentrame
RomanceNia es una estudiante de segundo año de literatura, su vida transcurre entre los libros, su familia y su mejor amiga. Adora leer y por eso estudia literatura, quiere convertirse en editora o en escritora si deja que algún día las historias en su cab...