Estoy sentada en mi cama, con el contrato en mis manos, sin saber que hacer. ¿Esto es lo que quiero? No lo sé, pero aun tengo hasta el miércoles para tomar una decisión, lo peor de todo esque hoy es martes y no tengo nada claro aún, excepto de que quiero estar con Christian de la forma que sea, la sola idea de terminar esta ''relación'' me resulta abominable.
Me decido por ir a correr y sacarme esta tensión de encima. Suena mi blackberry.
- ¿Hola? Contesto jadeante.
- ¿Anastasia? Responde con un tono de voz en lo que parece asustado.
- ¿Christian?
- Él mismo ¿Que haces? - responde tajante.
- Nada de otro mundo, solo salí a correr un rato.
- Ya me había preocupado, ¿te parece si cenamos hoy?
¿Que? ¿En serio? ¿Piensa confundirme más?
- Suena entretenido - la verdad no suena así
- Perfecto paso por ti a las 8.
- Genial, tengo que cortar, no quiero que me atropellen en mitad de la calle.
- Cuidate Anastasia, ah, y firma el contrato.
- ¡Lo hare!, osea, me cuidaré - escucho su risa imperceptible al otro lado de la línea, y me arrepiento inmediatamente de lo que dije.
- Adiós nena - Lo escucho decir, y corta.
No me gusta que me presionen a hacer las cosas, porque ahí es cuando tomo las decisiones erróneas, y siento que esta llamada me puso mas nerviosa. En el fondo se que Christian hace esto para asegurarse de que yo lo firme, yo no estaría tan segura dicei subconsciente.
Llegando al apartamento, me voy a la ducha, donde me pongo a pensar en todas las cosas que han ocurrido este último mes, cuando me robó la virginidad, aquella vez que me ató con la corbata gris, recuerdo todas las veses que Christian me ''sacó a pasear'' en el Charlie Tango, el planeador en Georgia, cuando nos vimos en su hotel en Savannah. ¡ESPERA! Me grita mi subconsciente, ¿NO TE ESTARÁS ENAMORANDO?, sinceramente lo dudo, además no serviría de nada, Christian me dejó muy claro que no quiere flores ni corazones.
Terminada la ducha, me decido por ponerme mi vestido ciruela, es muy sexy, pero a la vez muy elegante y a Christian le gusta, uso la plancha de Kate para alisarme el pelo, un poco de rimel y labial, me pellizco un poco las mejillas, y ya estoy fabulosa.
Escucho el timbre, y comienza los nervios a hacer efecto en mí, abro la puerta y me deprimo al reconocer a un hombre alto, rubio, de ojos azules, muy guapo, mierda, Taylor...
- Buenas noches, señorita Steele.- Hola Taylor -respondo de mal humor- ¿Y Christian?
- Me pidió que la viniera a buscar, acompañeme por favor.
Taylor me abre la puerta trasera del audi r8, cortesía de mi novio, piensa mi subconsciente, quien la regaño tajantemente.
Llegando a la Escala, me bajo del audi un tanto ansiosa por ver la cara de Christian, ha pasado una semana desde que no lo veo, desde mi viaje a Georgia. Me introduzco en el ascensor, con el corazón latiendo a mil por hora, ¿De donde viene tanto alboroto?, debe ser el efecto Grey que sigue caisando estragos en mí.
Se abren las puertas del ascensor, cruzo el vestíbulo ¿de donde viene tanta velocidad? No importa, sigo caminando y me encuentro con unos oscuros ojos grises que me miran con deseo, se acerca a mi como un depredador, cuando está a centímetros de mi cuerpo, me toma la cabeza con ambas manos, y guía mis labios a los suyos, me mete la lengua, es uno de los besos mas calientes que él me ha dado en todo este tiempo, respondo a ese beso con idéntica lujuria, siento su erección en mi cadera, baja sus manos por mi espalda hasta llegar a mi trasero, apretandolo y empujandolo hacia su erección.
¡REACCIONA! Grita mi subconsciente, se como terminará esto si no lo detengo yo, me aparto de él bruscamente, me queda mirando confundido.
- ¿Ana que pasa?
- Ah! Hola christian ¿cómo estás?
¡tanto tiempo sin vernos! -respondo irónicamente.- Ana , deja las evasivas, ¿por qué me rechazas?- me mira con cara de pocos amigos.
- ¿Yo? Pffffff... no pasa nada- me arrepiento inmediatamente de mi comentario inapropiado- La verdad... es solo que tus actitudes me confunden, y la desición la tomo mañana, asi que no quiero que estes cerca de mi hasta ese momento.
- Ok -me responde terminando la conversación- La cena está lista, vamos.
¿Fui demasiado lejos?
Nos sentamos a comer, Christian está sentado frente mi muy concentrado en la comida (Mucho, diría yo) nunca pensé que iba a tomar tan enserio mi comentario, me odio a mi misma en este momento, mi diosa interior está sentada en el sofá, comiendo helado mientras mira su programa de televisión favorito.
La comida está deliciosa, es Pollo alla piazzaiola, Es italiana.
Miro a Christian, quién me mira atentamente, ya ha terminado, y me tortura acariciando su labio con el dedo índice, mierda su boca me desconcentra, su mirada es impenetrable y pareciera que me intentara escanear con ella, es espeluznante.
Se me cae el tenedor, diablos, que patosa!, lo recojo y cuando recupero la cordura lo veo sonriendo, Maldito!
Muero de vergüenza, me paro para dejar el plato en el lavavajillas, cuando escucho unos pasos seguirme, me volteo y me empuja contra la encimera, sentandome en ella, me abre las piernas y se posiciona entre ellas, me mira con toda la lujuria posible y me muerde el labio, luego introduce su lengua en mi boca, yo respondo a su beso de la misma manera, mordiendo su labio superior, provocándole. Me toma en brazos caminando por su apartamento, detiene el beso y me baja, ¿donde estoy? Oh, es su habitación.
- Dime que si por favor- suena suplicante.
- ¿A que?- respondo jadeante.
- A ser mi sumisa -me susurra al oído.
- Si -susurro
- Espera ¿que?- me mira desconcertado y yo le sonrió.
- Acepto ser su sumisa Señor Grey- lo veo sonreír.
Ya está, lo he dicho no hay nada mas que quiera hacer...
ESTÁS LEYENDO
Acepto los términos y condiciones, Sr. Grey (Pausada)
FanficHistoria que relata lo que hubiera sucedido si Anastasia hubiera aceptado la propuesta de Christian Grey, de ser su sumisa, aceptando las reglas escritas en el contrato.