- ¿Entonces te vas? - pregunta Mina con un puchero
- Sí, voy a estudiar con un amigo - respondo sin prestarle mucha atención
- ¿Un amigo? No has hablado con Midoriya ni Todoroki desde ese día, no sabía que tenías más amigos hombres. - la miro de mala gana por lo que ríe nerviosa - No estoy diciendo que sea malo, me alegra que expandas tus horizontes
Debido a la presión de los exámenes y la cantidad de trabajos no había tenido tiempo para hablar con Ashido, le explique de manera superficial lo que había pasado con Todoroki. Si bien, en un principio estaba muy preocupada al ver que me encontraba tranquila se calmo también y aceptó esperar que pasarán los exámenes para hablar bien del tema.
Nos despedimos y a pasos rápidos me dirijo a la salida de la escuela con la esperanza de mejorar el humor de la bomba de tiempo que tenía por amigo. Nunca creí que una simple palabra podría hacerme tan feliz, aún cuando siempre creía que los sentimientos no se limitaban a las etiquetas, ahí estaba yo como una tonta con una sonrisa de oreja a oreja porque por fin podría decir que el chico del tapa bocas y yo éramos amigos.
Cuando por fin nos encontramos sus ojos rubis me ven de manera poco amistosa como ya es costumbre por lo que no me desánimo, se de lo ocupado que está por lo que estoy feliz de que pueda abrir un espacio en su agenda -sobre todo un día libre- para ayudarme.
- ¡Si supiera donde vives me hubiera largado hace mucho!
- No es mi culpa que mi salón quede en la otra punta de la escuela - defiendo mientras empiezo a caminar seguida del rubio
- ¡Solo es un edificio de diferencia!
- ¡Tengo que usar las escaleras!
El camino a mi casa es largo y la mayor parte del camino la pasamos discutiendo entre risas o simplemente disfrutando del silencio -dependiendo de mis ganas de molestar al rubio-. En está época las bibliotecas están repletas de estudiantes desesperados por pasar y las cafeterías o otros espacios públicos no tienen la calma que requiero para volverme la próxima Pitágoras en una tarde; en la casa de Bakugou se encuentran sus padres por lo que según él seríamos incapaces de concentrarnos en algo, al final la única opción que quedo fue mi pequeño apartamento. En lo personal no siento que el distrito en el que vivo sea malo, tengo la seguridad de salir en la noche sin temer por ser robada o algo por el estilo pero su diferencia es notable en comparación con el distrito al que fuimos la última ves al gimnasio.
Mi madre y la casera se había vuelto bastante amigas cuando vinimos a firmar el contrato ha inicio de año por lo que creí que le habría advertido sobre no permitirme el ingreso de muchachos sin embargo a la mujer no pareció molestarle en lo absoluto, sino al contrario, parecía emocionada de ver al rubio. Me límite a ignorarla y subirle el máximo de volumen a mi celular en caso de que mi madre me llame al enterarse de la situación.
Estaba cansada pero valio la pena, después de todo había logrado a organizar el apartamento la noche antes -llevaba casi un mes viviendo en completo caos- para impresionar al rubio.
- Que mierda ¿estas segura de que sabes hacer aseo?
- ¿De que hablas? Todo está organizado - me defiendo con un puchero
- Primero que todo, ordenado y limpio son dos cosas diferentes. - se cruza de brazos - Y aunque me digas que al menos esta ordenado los dos sabemos que no es así, aún hay cosas fuera de lugar que solo se acomodaron para disimular
- ¿Tienes TOC o algo así?
Me dedica una mirada asesina lo que me causa risa, empuja un poco mi cabeza y entra al apartamento como si fuera su casa.
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Marcada en la piel [KACCHAKO]
Fanfic¿Quien la había nombrado la chica más angelical de la clase? No sabía pero si encontraba a esa persona le mostraría con sus angelicales puños a meterse en sus propios asuntos. Era agotador ser la chica linda y perfecta para todos todo el tiempo ave...