★•You Have Shattered All Of My Dreams•★

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★★★

Universo Alterno No Happy Ending BreakUp!Fic
Iván Brangisky (30*) / Alfred F. Jones (25*)

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¡Disfruten del final!
Especialmente:
W0W_APHCHIBIRUSIA y KawaiiLit637

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Tres años atrás, Alfred F. Jones se extinguió al umbral del nosocomio.

Él fue una flama que sucumbió bajo un caprichoso soplo del destino e, Iván es una lánguida hoguera que expira con desgarradora lentitud.

Nada queda del sagaz y empecinado ruso, aquél que se obligó a buscar un trabajo con mejor paga a fin de costear su infelicidad.

Fue así que el atlético hombre terminó siendo el guardaespaldas de una estrella en ascenso de Hollywood: "Molossia" o, Neitan Godman en la vida real. Un varón que frente al público finge ser rudo y un digno hijo de la mafia de Las Vegas; sin embargo, el muchacho es en realidad alguien sencillo que a menudo intenta entablar conversación con su melancólico protector.

Aquél del cual nada sabe su equipo de trabajo; ni siquiera su paradero tras finiquitar con sus exhaustivos turnos laborales.

Y, jamás se enterarán, dado que la clínica privada que el bastardo de Kirkland recomendó es bastante reservada y confidencial. Ahí es dónde acude Brangisky cada que tiene tiempo libre y, pasa las horas observando la carcasa física de su ex-amante; aquél que mella su ser como en antaño y, también, su fiel acompañante, pese a que el alto blondo decidió seguir tomando sus medicamentos.

De hecho, a estas alturas, Iván considera que las píldoras —incluso, en su dosis máxima— son caramelos para su saboteado organismo.

Para su mente saturada de reproches y dantescas visiones.

Rostros flotando a su alrededor, acusándole de inhumano; reclamos en las voces de sus amadas hermanas, las cuales estuvieron totalmente en contra de la elección del mayor. Manos acusadoras persiguiéndole a dónde quiera que va; dantescos sonidos del llanto del matrimonio Jones o, el gruñido de reproche del que fuese el tutor del decadente rubio.

Todo aquello permanece con Brangisky.

Día tras día, noche tras noche.

Al grado que sus ojeras son tan profundas como el vacío en su interior; vacío en el que palpita un insondable pesar, el dolor de la esperanza.

Después de todo, la ciencia avanza.

Los médicos de hoy podrían no hallar la solución del mañana; un lejano e imposible mañana.

Dude, ése de ahí: ya no soy yo. — Con una neutra expresión, la efigie de Jones se posiciona al costado derecho del guardaespaldas—. I'm not a creepy shit.Se cruza de brazos, recargándose en el barandal que rodea al lecho; del cual penden cables y otros artefactos que monitorean al individuo que bien podría estar sumergido en un mar de agonía o, en la absoluta nada.

Es imposible saberlo y, a Brangisky dejó de importarle.

—Lo eras. — Se burla el mayor, disfrutando el modo en que su ilusión muestra disgusto casi de inmediato.

—I'm not creepy, you're the creepy monster. — Frunce ligeramente el ceño y su índice se posiciona en el pómulo de su acompañante—. My creepy monster.

El blondo suspira.

El Alfred a su lado y el Alfred en el lecho están yuxtaponiéndose para él, debido a que el soviético está olvidando —poco a poco— los detalles que le hicieron amar al norteamericano. Las minucias que conformaban su jubilosa cotidianeidad y, ahora son intrascendentales recuerdos devorados por la lasciva oscuridad que se derrama del orificio en el pecho del soviético.

Derrocando a las tonalidades del mundo, consumiendo su existencia.

Iván ya ni siquiera vive, se encuentra inmerso en un agónico delirio en el que cumple con sus funciones mundanas por simple rutina, por simple automatización.

—Alfred. — El euroasiático traga pesado; traga saliva y angustia—. ¿M-me odiarías?

—Lo más cerca que estuve de odiarte fue el día en que te sentaste sobre mi maravillosa Estrella de la Muerte de colección súper-dúper especial. — Rebate el espejismo, porque el otro Al (el real) ni siquiera es capaz de emitir un suspiro con los múltiples tubos irrumpiendo en su garganta, en su nariz y en cualquier otro hoyuelo de su decaído organismo—. Y, ya sabes que yo... yo... ya sabes... right?

—Right, me too.

Contesta el más alto en la lengua materna del amor de su vida y, llega a la realización de que debió saber que el Al que llegó a auxiliarle en el estacionamiento era una ilusión.

Dado que, el fanático de los cómics jamás destacó en el aprendizaje de las lenguas eslavas.

De hecho, el bullicioso joven aprendió chino básico en seis meses, pero, jamás ruso —ni un poquito—.

—Te amo, Fedya. — La confesión se escucha artificial, arcaica; deja un regusto amargo en el ausente corazón, un regusto de sinsabor en el alma—. Te amé, Alfred.

El apesadumbrado hombre corrige y, su mente se niega a aceptar tal acontecimiento.

Se niega a aceptar la cruel realidad y la dureza de su capricho frente a la muerte.

Frente al final.

—Life is a bitch. — Exhala el menor, aquél que jamás creció y, por lo tanto, su lozanía contrasta con los maduros rasgos de su acompañante—. Deberíamos estar casados, viviendo en una casita con un gran jardín en el que sacaríamos a Boo a pasear... ¡sí, Boo! ¡Así íbamos a nombrar a nuestro perro! ¿Acaso no lo recuerdas? — Reclama al notar el gesto de extrañeza en el rostro ajeno.

E, Iván niega con asfixiante lentitud, dado que no evocaba tal pormenor.

Y, dolía no hacerlo.

Dolía ser consciente de cómo los incesantes minutos transcurrían a pesar de la tragedia y, de cómo él está obligado a despedirse de su enervante imbécil. Y, sin Jones, el otro no contemplaba algún propósito en su existencia; dado que el ruso cambiaría cualquier cantidad de oro, prestigio o inteligencia con tal de observar la brillante mirada de firmamento.

La verdadera; la real.

No la de su delirio, quién lo observa con pesar.

—¿Llorarás por mí?

Infiere la visión y el ruso bufa, porque las lágrimas son finitas a comparación del devastador sentimiento oceánico de pérdida en su interior.

No, él no va a llorar por Alfred y, tampoco, vivirá por él.

—¿P-puedo tocarte? — Interroga el quimérico devaneo—. C'mon, tú eres el que está creándome: tú puedes permitirlo porque...

—No.

La negativa escapa de labios de Brangisky, antes de tener el tiempo de siquiera razonar la irrisible petición.

Puesto que, la determinación obnubila sus sentidos —aniquila a sus fantasías—.

Es tiempo de dejar ir a Alfred.

Es tiempo del verdadero final.

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¿Puedo tocarte?】

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┊✯до свиданья『•RusAme•』➽ Para MsWellsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora