Touhou Ikimonogaku-teki Shinzou~Biological Heart (TouhouMaria#3.5).

Capítulo 03: Alfa y Omega.

«El destino jamás contradice a los hombres que esperan en él, y siempre cumplen las promesas que en su nombre hacen los fuertes».

~Amado Nervo.

Al dirigirse hacia el corredor, Satori se dio cuenta que su hermana Koishi se encontraba cerca de los rosales y contemplando el relieve con tranquilidad; empero la hermana grande de las dos niñas, temerosa de que pudiera recordar aquel mal sueño y la atrapase con las manos en la masa, se quedó callada por unos instantes mientras se mantenía ahí quieta, extrañamente silenciosa. 

Era como si ella fuera el principio del fin en ella misma, por lo que si  empezaría a lastimar a quienes ama, terminaría en soledad por haber sido distinta a los humanos, youkais y espíritus terrenales que le tenían pavor, que la ven más como un peligro para su propia existencia que una criatura viviente; pero, ¿qué podía hacer ella para tratar de obtener una mejor vida al lado de su amada hermana pequeña? 

De cualquier forma, Satori pudo haber cerrado su corazón para poder ser libre de todo sufrimiento silencioso, mas ella lo dudaba. ¿La razón? Era muy sencilla de explicarlo: si bien no puede leer la mente de Koishi al perder lo único que le quedaba y no tenía ninguna para analizar sus pensamientos, tampoco podría quedar exenta de no tener ninguna capacidad más que estudiar el mismo subconsciente, aunque de una manera muy distinta a la de Koishi.

Sin embargo, esto tampoco la salvaría de no ser vista como una chica invisible para muchos y mencionada por pocos cuando es conocida en tantas ocasiones como la hermana mayor de Koishi Komeiji, la niña que antes era alfa y ahora se convirtió en omega.

Con estos argumentos rodando en su cabeza, Satori empezaba a distanciarse de Koishi con la esperanza de mantenerse tranquila, atemorizada de que pudiera delatarla de algo que sólo ella sabía pero que no quiere despertar aquel pasado ya olvidado.

Por suerte,  tenía una forma de disipar sus dudas y temores en algunas historias escritas por su propia autoría, siempre anhelando poder publicarlas en un futuro no muy lejano ni muy cercano de no ser que era lo más reservada de lo normal con la creencia de que algunos lectores no entendiesen cuentos infantiles exquisitos con una trama agridulce combinada con la fantasía, relatos mágicos para niños y una moraleja sencilla con un poco de temas explícitamente fuertes de psicología, ya sea por pertenecer a una tierra fantástica como Gensokyo donde el folclore y la mitología japonesa, casas tradicionales y sacerdotisas niponas, los rasgos de la cultura oriental y occidental medieval, renacentista y con un poco de breves (pero a la vez notables) rasgos del mundo contemporáneo, humanos, seres mágicos y youkais están a la orden del día, por mera ignorancia o para evitar problemas relacionados con Suzunaon, una librería famosa por tener escritoss extraños, peculiares y únicos a pesar de que Kosuzu Motoori—siendo la hija del librero del sitio—le había convencido varias veces publicar sus novelas al verse interesada, empero su propuesta fue rechazada durante tres veces aunque en el fondo Satori hubiese tenido la oportunidad de ser reconocida con sus palabras.

Preparando su frasco de tinta y su pluma para escribir en su libreta donde anotaba cada relato, considerado para ella un preciado tesoro, empezó a redactar con calma, hasta sentir una mano pequeña en su hombro.

—Buenos días, hermana—le dijo Koishi al aparecer detrás de ella, a lo que Satori se asustó un poco al empujar por accidente su tintero y esparcir el líquido negro en el suelo con la necesidad de abofetarle a la chica, gritarle que la dejara en paz e irse del lugar; no obstante, su corazón le impedía hacerlo, comprendiendo muy bien su situación.