Capítulo 4 : El testamento de Amelia

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Nota aclaratoria:

La siguiente parte es la continuación del capítulo 3; los capítulos 4 y 5 fueron dos adicionales, de los cuales son un tanto confusos y por ello los eliminé para evitar tener problemas ante el lector. Al final de la página se explicarán algunos detalles.

Por su atención, gracias.

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«No todo lo que ves es realidad, ni todo lo que sueñas es fantasía»

~Neon Genesis Evangelion.

—Los sueños son el inconsciente de la mente—susurra Koishi, a la vez que Satori se sumergía en aguas profundas de su propio cerebro—, encontrarás dónde sigue aquel sueño y la respuesta te guiará a la verdad.

—Los sueños son el inconsciente de la mente...—repitió Satori, esta vez cerrando sus ojos al sentirse adormecida, como si la voz de su propia hermana fuera una canción de cuna al dormir—El inconsciente son los sueños de la mente....

—Eso es. Ahora, duerme una vez más y despeja tu reminiscencia.

Con estas últimas palabras, Satori se desvanecía al sentir cómo unas delgadas manos de sirenas, blancas como la porcelana, la arrastraban hasta lo profundo del océano subconsciente. Al despertar en soledad , se había dado cuenta de su dónde estaba: las puntas de sus pies descalzos indican el verdadero color oscuro del manto acuífero, a su vez su cuerpo sintió el aire congelado al no estar más que vestida de blanco. Sola, en aquel inmenso mar siendo la manifestación de su propio mar de reminiscencias olvidadas.

Su respiración parecía estar bloqueada, incluso sus labios se llenarían del líquido transparente  si empezara a articular palabra alguna, a costa de morir ahogada. Opta por cerrar su boca, gracias al temor de fallecer sin resolver su propio incidente con la ayuda de Koishi.

En ese instante, una pequeña luz blanquecina se asomaba desde el cielo despejado sin estrellas ni nubes cuál interrumpiesen su calma sintonía sigilosa; al mismo tiempo, se podían escuchar las risas de los niños en compañía de gente charlando, bebiendo vino y fumando opio al son de  música clásica.

Curiosa por naturaleza, se acerca hacia el sitio donde se oían aquellas voces, sólo para encontrarse en una habitación enorme a comparación de su diminuto tamaño; cada cuadro familiar eran acompañados de mariposas disecadas colgadas en los muros, mientras los muebles—si bien importados de algún país europeo perteneciente a la Época Victoriana, eran bañados en una delgada capa de polvo con el pasar de los años—conservan sus tonalidades sin dejar de verse opacos a causa de los rayos del Sol entrando a través de una gran ventana.

Entonces, pudo notar algo en el salón: sólo se encontraba el retrato de su fallecida madre adoptiva oculta debajo de un pañuelo oscuro de obsidiana, en señal de luto por su pérdida después de la Segunda Guerra Mundial; otro aspecto es su ropaje impecable destacado en todo el corredor, al igual que los cables de su tercer ojo traspasando su blusa azulina, atadas a su propio cuerpo. Al frente, se encontraba una silla delante de una mesa sin ningún plato o vaso obstaculizando el espacio.

Sin otra opción, quiso comprobar por cuenta propia cómo era sentirse aliviada de que, al menos, se sintiera en su propio hogar. Era como si se hubiera librado de su propio tormento causado por sus constantes pesadillas, suspirando de alivio al mostrarse tranquila.

—Señoras y señores, ¿puedo tener su atención?—habló una voz bastante conocida para ella, siendo oculta por dos pequeñas manos sosteniendo un payaso vestido de terciopelo rojo y blanco de juguete, un pequeño sombrero negro de copa y la cara pintada artesanalmente en colores llamativos; la palma izquierda imitada el saludo del muñeco, y la derecha, en cambio,  sostuvo su pierna.

Touhou Ikimonogaku-teki Shinzou~Biological Heart (TouhouMaria#3.5).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora