Touhou Ikimonogaku-teki Shinzou~Biological Heart (TouhouMaria#3.5).

Capítulo 10: Más allá del jardín [5/5 FINAL]+ Créditos Finales

Pasada una hora, Satori pudo apaciguar su boca reseca por sollozar, los labios agrietados y el cansancio hasta casi quedarse sin voz; Remilia decide acompañarla para evitar retomar el viejo tema y no hablar del mismo durante un tiempo indefinido.

Nunca antes había presenciado un momento delicado en una persona, pero estaba segura de lo desgarrador ante dicho panorama; inclusive Satori, sin duda alguna, estaba aún más confundida, asustada y trastornada sólo de querer revelar la verdad. Ahora no tenía ningún recuerdo más que el sombrero de Koishi entre sus manos, angustiada al perder su único consuelo en tiempos difíciles.

—No quise decir eso—dijo Remilia, temerosa de recibir una bofetada de su vecina a un punto de sentirse culpable por algo que ni siquiera tenía idea de lo que estaba pasando—, pero he sido demasiado grosera contigo.

—No tienes porqué disculparte conmigo—refutó Satori, abraza sus piernas cubiertas por la tela de su faldón y comienza a quedarse pensativa—. Ya sabía la única consecuencia de perderla cuando intentó leer mi subconsciente, todavía soy culpable de lo ocurrido.

—¿Y eso que té hace pensar de forma pesimista? ¿Huir de tu propio miedo a la muerte?

—No.

—Nacer en un entorno distinto al nuestro como criaturas distintas a las demás no nos hace buenas ni malas personas, sino libres de tomar su propio camino con sólo alzar sus alas como si fuéramos mariposas—comenta Remi filosóficamente, alzando su pierna en la butaca para después apoyar su codo y mirar hacia la ventana—. Yo también me sentía mal cuando era apenas una niña, pero estando ahí mientras crecía me doy cuenta de que la vida no es perfecta; simplemente, es una ruleta rusa de posibilidades, ya sean para bien o para mal.

—Así que, ¿cuántas veces has leído la misma obra para tener una mentalidad tan pacible siendo una infanta?—pregunta Satori, no muy contenta por las palabras consoladoras de la dueña de la casona.

—Cincuenta. Tantas que ya ni sé cómo pude disfrutar la misma en más de una ocasión.

—¿Y eso qué quiere decir?

—Significa la cantidad de veces las cuales el ser humano puede tener posibilidades de tomar una buena decisión por su propia voluntad, siempre y cuando sea responsable de sus actos.

—Pensar que hay incluso gente más pesimista a mi comparación que se equivoca o cambia de opinión al no estar contentos con sus resultados.

—Sabes muy bien sobre leer las mentes y corazones de las personas, pero nunca has logrado comprenderlas—opina Remilia mirándola a los ojos—. Eso no significa que seas tan buena como Freud o cualquier otro ser humano que ha cambiado el rumbo de la historia, nada de eso. 

—¿Entonces?

—Te quedaste estancada en la frustración, una de las cinco etapas del duelo.

—¿Cómo lo supiste?

—Es bastante sencillo: has pasado por situaciones peores que la muerte y sigues asustada. ¿Por qué ni siquiera pudiste escribirme una carta durante seis días para avisarme de no poder visitarme hasta ahora?

Aquella cantidad resonó como un eco en la oscuridad dentro del cráneo de Satori; durante seis días, ¿todo había sido un mal sueño o está dentro de la misma realidad? Los recuerdos de la muerte de Kayako, las habitaciones, el bosque, las mariposas, la lápida...¿Son una nueva ilusión ahora?

—No entiendo—contestó Satori, quedando en shock al saber la duración exacta de su falta de sueño—, ¿cómo que fueron seis días?

Remilia cerró sus ojos, no articulando palabra alguna sino analizando la confusión de la youkai.