CAPÍTULO 9.

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Domingo 26 de Abril del 2015.

Le marco a Luis una y otra vez pero me manda directo al buzón de voz, así que vuelvo y le escribo otro mensaje. Creo que su bandeja explotará de los tantos que le he enviado y ojalá piense que se ha vuelto famoso para que le ponga atención a su celular.

- Jack tampoco responde - dice Sophie a través de la videollamada que llevamos haciendo desde hace mas de una hora en la que hemos intentado localizar a los dos chicos.

Yo podría ir a casa de Jack para ver si esta ahí pero no quiero hacerlo, lo menos que deseo es verlo y confundirme aun más, ayer no entendí realmente lo que quería decir y sentía, primero en la cafetería dijo algo y luego viene a mi casa y me suelta un montón de cosas que parecieron una declaración.

En la cafetería pensé que había dejado en claro que su gusto por mi solo era eso y que ya no pensaba avanzar en algo más conmigo, una parte de mi se sintió agradecida porque lo que menos quería hacer era correr presa del pánico pero nada de lo dicho me hacía sentir mejor y sus palabras de anoche me tenían pensando como loca.

¿Que quería Jack?

¿Que quería yo?

Sentía que estaba nadando contra la corriente y que precisamente él era esa corriente, ninguno de los dos íbamos hacia el mismo lado y nos estábamos lastimando al no poder encontrar la misma dirección de lo que queríamos.

Ambos estábamos perdidos.

- ¿Deberíamos ir a buscarlos? - pregunto volviendo a marcarle solo a Luis.

No sé que podría escribirle a Jack.

- Creo que sí - dice Sophie y la veo fruncir el ceño hacia su celular - Oh... mierda - levanta la mirada y no me gusta lo que veo en su expresión.

- ¿Que sucede?

- Revisa las historias de Instagram de Jack - pide y así lo hago.

Jack no es mucho de redes sociales pero hace dos años lo obligué a crearse una cuenta de Instagram para que le diera like a mis publicaciones de arte, no suele usar ese perfil para nada más que no sea stalkearme estando yo a su lado porque somos así de extraños cuando nos juntamos.

- ¿Que se supone que hace? - pregunto mirando los cortos videos donde se lo ve tomando alcohol con mucho entusiasmo y él sabe que es algo que tiene prohibido hacer.

- Ha perdido el control - responde y me paso la mano por mi desordenado moño.

- Sabe lo que hace, Sophie - observo en un video de siete segundos como dos chicos lo aplauden y alguien más los graba - Parece que se divierte - apago la pantalla de mi celular.

- Sé que las cosas entre ustedes no andan bien pero ambas sabemos que te preocupas por él, debemos ir a buscarlo, es lo que hacemos, en las buenas y en las malas, lo prometimos - se levanta de su cama y la veo buscar algo por su impecable habitación.

- Tienes razón, ya tiene suficientes problemas - aseguro levantándome para buscar algo de dinero y mi identificación.

- Pasaré por tu casa en diez minutos - la escucho decir antes de colgar.

Aprovecho para cambiarme una ropa más decente pero recuerdo que todos mis pantalones largos y cortos están mojados en la lavadora, con cierta inquietud salgo de la habitación y camino hasta la que fue mía hace tres años, apenas estoy frente a la puerta siento un escalofrío espantoso recorrerme el cuerpo entero.

Giro el pomo y la puerta se abre con facilidad, lo primero que veo son mis paredes totalmente decoradas con dibujos y cosas locas que pinté, tengo uno que otro póster de música y el resto son cuadros con cosas que hice, veo encima de la cama mi álbum viejo de fotografías.

UN AMOR EN PEDAZOS. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora