FIN.

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Jueves 6 de Agosto del 2015.

Jack.

Me levanto sobresaltado por el sonido de mi celular, lo agarro como puedo mientras con la otra mano enciendo la lámpara sobre mi mesita de noche, respondo sin ver de quien se trata.

Una llamada en la madrugada no es prefacio de algo bueno.

Restriego mis ojos esperando que la persona al otra lado de la linea hable pero eso no sucede y me paralizo cuando escucho un sollozo y luego a alguien romper en llanto, comienza a llorar como solo lo hace una persona destrozada.

Me alejo el celular de la oreja asustado y observo el nombre en la pantalla, cualquier rastro de sueño que pude tener desaparece dándole paso al miedo y preocupación.

Es el número del teléfono convencional de la casa de...

- ¿Isabella? - pregunto y sorben la nariz - ¿Isabella, eres tu? - me pongo de pie.

Intento buscar unos zapatos con la poca luz de la lámpara mientras sigo escuchando sollozos y una respiración desastrosa, mis manos comienzan a temblar sin previo aviso haciéndome la tarea más difícil.

- Yo no quería llegar a esto, Jack... no quería, lo juro - susurra y por primera vez desde que la conozco odio que sea su voz, que sea ella.

Mi Isabella.

- ¿De que hablas? ¿Tuviste una pesadilla? - pregunto y respiro con algo de alivio cuando encuentro mis zapatos.

- Yo no quería... - llora con fuerza y mi corazón se encoge, alejo mi celular para ver la hora.

Son las dos de la madrugada.

- No te muevas, iré a tu casa - me pongo los zapatos con algo de torpeza y salgo de la habitación con rapidez.

- Me duele mucho, Jack...

- Todo estará bien, tu estarás bien, lo prometo - aseguro.

- No puedo... lo siento tanto, perdón - me cuesta entenderla un poco con su voz ronca.

- Espérame ¿si?... Por favor, podemos solucionarlo, siempre lo hacemos... - intento tranquilizarla.

- No quise romper tu corazón, Jack - se escucha algo de ruido de fondo.

- No hagas nada estúpido, Isabella - pido comenzando a correr.

- Fui una... una buena persona ¿verdad? - pregunta en un susurro.

- No lo hagas, no hagas nada, por favor - suplico experimentando un mal presentimiento, una angustia enorme se instala en mi pecho y en mi mente se empiezan a proyectar los muchos escenarios que pueden estar ocurriendo.

Y en todas las situaciones que imagino todo acaba mal.

- No me queda nada... nada, Jack.

- Me tienes a mi... yo soy tuyo, me tienes completo... - aseguro con dificultad.

- Lo intenté... todos los dias, fingí ser fuerte para poder sobrevivir, quise vivir... Jack pero ya no puedo... ya no puedo, perdóname...

UN AMOR EN PEDAZOS. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora