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Nauzet.

Decir que me siento en el cielo, no es nada, esto, lo que está pasando, es algo inexplicable, es tan maravilloso.

No tengo la menor idea de lo que esté pensando Adexe, pero esta aceptando el beso y eso me da cierta esperanza.

Su corazón se acelera al igual que el mío, como si hubiésemos corrido más de un kilometro. Mis manos se deslizan por su cintura, lo apego más a mi cuerpo, sentí su lengua queriendo entrar a mi boca y sin poder rechazarlo le cedí el paso a su lengua.

Sentí como se me iba el aire, necesitaba oxígeno, abrí un poco mis ojos notando que el tiene sus ojos cerrados, se ve tan lindo, tan angelical.

Su lengua paso por mi labio inferior y lo chupo, antes de separarse de mis labios le dio una mordida a éste. Abrió sus ojos al instante conectamos miradas, a pesar que no haya mucha luz, puedo ver como sus ojos brillan más de lo normal, un color carmesí adorna sus mejías y labios, acarició estás quitando una de mis manos de su cintura.

Entreabre sus labios y su mirada baja hasta mis labios nuevamente, este silencio no es incómodo es un poco agradable, no sé qué decir. Bueno, quiero hacerle muchas preguntas, pero no sé si es lo correcto, pero en estos momentos muero de intriga.

Sube sus manos dejándolas en mi nuca, junto nuestras frentes y como si la poca distancia no fuera lo suficientemente cerca lo volví a acercar a mí, algo en mi dice que lo acerque más, mucho más, incluso si estamos a cinco centímetros me parece demasiada distancia entre ambos.

He probado sus labios, y haré cualquier cosa por volver a aprobarlos, son tan suaves con un magnífico sabor.

****

Ninguno de los dos dice nada, nos mantenemos callados y en silenció, ni si quiera nuestras respiraciones se logran escuchar.

Luego del beso, pensé que todo estaría bien, pero al momento que la luz volvió, el no dijo nada, no digo que el tomara la iniciativa en hablar, también pude haberlo hecho yo, pero no lo hice, pareciera como si me hubieran quitado la lengua, simplemente las palabras no salían.

Quizá el esperaba que hablara yo, pero no lo hice y eso lo defraudó, ¿y si se está sintiendo mal por mi culpa?, quiero averiguarlo pero no tengo el valor.

¡Nauzet, reacciona, no seas idiota!

¡Cuando llegues al siguiente semáforo y se ponga en rojo, le hablas!

¡Deja la cobardía, malditasea!

En estos momentos es cuando agradezco y amo a mi conciencia por darme esos ánimos, es como mi yo [en si soy yo] pero la cual me aconseja hacer lo correcto... por otra parte a veces se pone rara y da consejos para el orto.

Lo escucho suspirar, lo miro por el retrovisor [central], ni siquiera se sentó adelante conmigo, se sentó atrás. en la rápida mirada que le di, el jugaba con sus dedos y tenía una expresión de tristeza, estaba cabizbajo.

¿A caso le estará afectando que no haya dicho nada?

¡Mierda Nau!

Me golpeó a mí mismo mentalmente, aceleró, ganándome que así Adexe pueda voltear a verme, al diablo con pararme en el siguiente semáforo.

Estacionó el carro, suelto un suspiró.

—Tenemos que hablar... —susurro.

Adezet [Love At First Sight] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora