𝐌𝐎𝐍𝐀𝐗𝐈Á; 𝐑𝐚𝐲

|| 𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 4 ||

|| ¿Qué máscara nos ponemos o qué máscara nos queda cuando estamos en soledad? ||

[2046 | Diario de Ambrosia]

...Algo cambió esa noche, ya no podía verte como la persona en quien más confiaba. Al mirarte mi pecho se comprimía en dolor, la calidez que desprendía tus amables palabras me llenaban pero ya no era igual, nada era como antes, porque las preguntas me atormentaban y me hacían cuestionar todo...

.

.

.

MOMENTOS ANTES

Ambrosia miró por todo el comedor como faltaba alguien, ese era Ray, pero la niña no se dio cuenta que también faltaba Norman. Con un cubo rubik entre sus manos con el cual se puso a jugar cuando terminó su parte de quehaceres, subió al piso donde las habitaciones estaban. Tenía una misión en mente y era cuestionar que estaba sucediendo, si bien el niño se había disculpado por haberla plantado y hablarle con frialdad en un momento de enojo que el tenía, no explicaba el resto.

Y a resto se refiere al notorio cambio de Norman y Emma, luego y la clara separación de Ray quien empezó a juntarse aun más con los anteriores dos nombrados. Le seguía la preocupación que creció en Gilda por no entender tampoco que le pasaba a Norman y Emma, cosa que desapareció de la noche a la mañana desconcertando más a la pobre Ambrosia.

Al llegar al cuarto donde dormía Ray, supuso que debía de estar descansando, escuchó voces en el interior. Apenada retrocedió para dar privacidad a quien estuviera dentro, pero al escuchar su nombre se congeló y con la culpabilidad recorriendo su cuerpo se acercó para escuchar mejor.