|| 𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟸 ||

1.6K 236 288
                                    

|| No hay espejo que mejor refleje la imagen del humano que sus palabras ||

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

|| No hay espejo que mejor refleje la imagen del humano que sus palabras ||


[2046 | Diario de Ambrosia]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[2046 | Diario de Ambrosia]

...Me sentí horrible, lo recuerdo a la perfección, sus palabras me atravesaron como estacas, pensé que hice algo mal y me esforcé desde entonces de arreglar ese error el cual no existía...


.


.


.


Las campanadas sonaron y a su vez sus ojos se abrieron, otro día exactamente igual o eso creyó, se quejó al sentir su cuerpo pesar y aun con este pidiéndole que no se levante, lo hizo, se quitó la parte de arriba del pijama y se puso una blusa pero esta vez de un color azul oscuro, luego se quitó la parte inferior y se colocó una falda gris, ambas prendas con las mismas caracteristicas del día anterior.

Se colocó sin falta alguna sus botines negros junto a sus calcetines y salió de su habitación para bajar al primer piso donde como siempre, todo se estaba dando con naturalidad, pero se detuvo abruptamente al notar un cambio, Emma.

'¿Está bien?' se preguntó y en su interior creció el sentimiento de acercarse a confortarla pero alguien pasó a su lado adelantándola, Norman.

Después del desayuno vinieron los exámenes y como siempre ella fallaba en el 75%, sonrió aun así para no preocupar a Ray quien parecía estar en otro mundo, decidió ignorarlo sin querer sobrepensar las cosas. Leyó con tranquilidad un libro a su lado en la biblioteca, este en un momento se levantó para acercarse a una ventana y ver el exterior, la ojiazul no cuestionó y simplemente disfrutó la silenciosa compañía.

—Me voy —. Dijo Ray a la albina quien se sorprendió por eso, miró rápidamente el reloj pero aún faltaba para que tuviera que hacer la cena.

'No te preocupes, solo debe de querer preparar algo más elaborado' pensó la niña volviendo a su lectura.

Sin darse cuenta una pequeña gota de ansiedad empezó a subir en ella al sentir como su pie se movía inquietamente, dejó la lectura por un momento viendo cómo al mover su pie derecho de un lado a otro se cansaba mucho.

𝐌𝐎𝐍𝐀𝐗𝐈Á; 𝐑𝐚𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora