𝐌𝐎𝐍𝐀𝐗𝐈Á; 𝐑𝐚𝐲

|| 𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 5 ||

|| Lo que para algunos es el infierno, para otros puede ser el paraíso ||

[2046 | Diario de Ambrosia]

...Recuerdo lo feliz que fui en ese momento, al escuchar esas palabras, pero no puedo evitar pensar en lo que hubiera pasado si tan solo no hubiese sido tan ingenua, tal vez no me hubiera sentido tan feliz y me sentiría mal por ellos, o tal vez, hubiera creído que ellos no tenían la culpa...

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Respiraba irregularmente apoyada sobre el tronco de un árbol, agradecía que el día aun estando cálido, hubiera viento que pudiera refrescar su cuerpo sudoroso, tenía en su mano derecha una botella de agua la cual le dio Isabella, tal parecía que la mujer se había percatado de las recientes actividades de la menor y por ello, le instruyó siempre después de hacer sus ejercicios estirarse para no tener una tan mala noche, también llevar ciertos utensilios de higiene como una toalla, agua, toallas húmedas las cuales pasaba por su cara y las dejaba dentro de una bolsa plástica para no mojar el bolso.

Caminaba por el bosque con tranquilidad, pero sintió ruido en una parte y curiosa se dirigió ahí viendo a la hermana Krone, Gilda, Don, Norman y Emma, se sentía el ambiente tenso cosa que la confundió sin entender qué había pasado ya que la adulta se había ido en un extraño baile.

Decidida a saber que pasaba se acercó al grupo. —¿Chicos? —. Salió de sus labios asustando a los cuatros niños mayores que ella.

—¡Ambrosia! —. Llamó Emma nerviosa. —¿Estuviste escuchando? —. Preguntó con un toque de seriedad.

Tenía ganas de decir que si, para ver si con ello podía salir todas las verdades ocultas, pero no quería manchar más ese lienzo, por eso prefirió ser sincera con respecto a lo que había visto.