𝐌𝐎𝐍𝐀𝐗𝐈Á|| La peor soledad es estar con alguien y sin embargo sentirte solo
【Ambrosia era diferente al resto
de sus hermanos y para Ray era
un total enigma, notas malas,
poca habilidad...
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|| La muerte no llega con la vejez, sino con el olvido ||
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Uno tiende a bajar la guardia ante un ser querido, es un hecho. Y por ello Ambrosia jamás bajó la guardia, no iba a mentir, que aquel pelirrojo y la rubia la nombraran por su apodo la consternó bastante y tal vez sea esa la razón por la cual dudó y ahora mismo se encuentra siendo más amable con ellos, para así sacarles información y resolver sus interrogantes.
Pero la vida de los otros cuatros le daba igual.
¿Le provocaba algo ver como sus ojos brillaban de miedo? Ni un poco, que ese miedo creciera al verse entre la espada y la pared no era culpa suya, en primer lugar ellos son los que se metieron en la boca del lobo. ¿Le provocaba algo las preguntas que hacían, tan llenas de decepción y tristeza? No, al final de cuentas, desconoce a quienes tiene enfrente.
—Tengo que informar a Hide —. Murmura Ambrosia. —Si, luego a mi tío... debo de decirle todo lo que pasó...
—¡Sia! —. Exclamaba de fondo la voz del pelirrojo, pero la semi-albina lo ignoraba por completo, no le interesaba, estaba repitiendo en voz alta incoherencias.
Su ceño se frunció y el agarre en los cuerpos humanos se desajustaba un poco, también parecía verse menos tensa, luego de unos segundos más elevó su mirada la cual no tenía muestra alguna de emoción, neutralidad absoluta.
—¿Uh? ¿Qué pasó? —. Preguntó en voz alta confundida, olió el aroma que emanaban los cuerpos humanos y el kakugan se iluminó con más ferocidad. —Ha... ¿Estoy en una clase de caza? Lo lamento, que desubicada soy, mi nombre es Ambrosia... pero ahora que me preguntó, ¿Qué hacen aquí? ¿Y en donde estamos--? ¿Esta no es la ciudad? ¿Y este aroma? ¿Más comida?
Gilda que veía atónita a la semi-albina, observó como tres figuras se acercaban. —¡¡Corran!!
Pero estás figuras no captaron lo que quería decir y se acercaron aun más, los tres se detuvieron al ver como una chica con cabellera inusual pero familiar al mismo tiempo tenía en el aire a Gilda, Don, Anna, Nath, Hayato y Ayshe con unas clases de tentáculos. Norman fue el primero en saber que estaba ocurriendo, habiendo identificado lo que tenía preso a su amigos, pero lo que fue su mayor terror fue ver la cabellera albina con un degradado rosado.
