Tú y yo /𝑵𝒐𝒃𝒂𝒓𝒂 𝒆 𝑰𝒕𝒂𝒅𝒐𝒓𝒊/

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¿Por qué me evitaba? Él ya no se me pegaba como un chicle. Han pasado tres semanas sin dirigirnos la palabra,se siente horrible.
Aproveché que uno de sus compañeros lo dejó esperando en la entrada de la cancha y lo acorrelé esa mañana.

— Itadori  — Lo llamé y el obviamente giró a verme sorprendido — Después de que ganaran el partido de aquel día dejaste de hablarme e incluso ignorabas mis mensajes.

Plantó su mirada hacia mis zapatos.

— Perdón,pero no tengo tiempo para hablar contigo — Intentó irse pero lo agarré firmemente de su camisa.

— Siempre haces lo mismo — Le dije cortante — Ni siquiera me miras a los ojos cuando te hablo.

— Estoy hablando en serio Nobara, tengo que irme — Habló formalmente.

— Itadori es hora del calentamiento — Dijo el pelinegro que siempre andaba con él desde la cancha.

— Ya oíste — Vi como caminaba delante de mí y tuve que detenerlo — ¿N-nobara qué...?— Lo tomé bruscamente del brazo, lo arrastré hasta un aula que estaba cerca de ahí y lo estampé contra la pared. Tenía que resolver este problema bajo mis propios métodos.

— ¿Qué es lo que te pasa? ¿Eh? Si tienes algún problema dímelo,pero no puedo dejar que me ignores.

Pensé que iba a volver a escaparse o me empujaría para salir corriendo, pero no fue así como sucedió.

— ¡¿Por qué?! — Fue la primera vez que me gritó — ¿Por qué no solo me dejas en paz?

Él me levantó furiosamente la voz alejándose.

— Yo...yo...— ¿Por qué sentía tantas ganas de llorar. ¿Era por su grito?

Instintivamente di unos pasos hacia atrás,temblando.

— Cuando una persona te ignora se supone que no debes de hablarle, hasta un idiota como yo lo entiende.

— Yo no sabía que te molestaba — Continué alejándome — Creí que...—Dejé de hablar sin encontrar un final para mi frase.

Definitivamente un empujón o un golpe hubiera dolido menos. Incluso un disparo.

—...— Oí como suspiraba — Mi abuelo fue hospitalizado...

— ¿Eh? —Alcé mi rostro aliviada de que volviera hablarme.

— ...está en una sala de urgencias,está en un estado crítico — Decía y esta vez me miraba a los ojos.

— Sé que suena mal e incluso inhumano pero...¿Qué tiene que ver eso con nostros? — Hablé y sus pupilas eran imposibles de ver.

¿Nobara, en serio? ¿¡Qué clase de pregunta fue esa?! Debería morirme.

Después de hacer un par de gestos tratando de formular una respuesta concreta, me respondió.

— No puedo verte ahora,necesito estar solo.

— ¿Y tus amigos? ¿Por qué ellos sí pueden andar contigo? — Le dije enojada.

— Ellos son otra cosa,tú eres diferentes de ellos.

— ¿Qué quieres decir? ¿No somos amigos? Dijiste que éramos mejores amigos,no,dijiste que éramos hermanos.

— Sí — Después de mucho tiempo pude volver a ver su sonrisa — Por eso eres diferente,eres muy importante para mí. Estoy en un estado en el que ya no soy el mismo y no quiero deprimirte — Se acercó a mí y me abrazó.

— Idiota — Le dije escondiendo mi rostro en su pecho.
Mientras más trataba de apartarme más fuerza ejercía para quedarme en esa posición y parece que poco a poco se rendía.