•OBLIGADOS•

♡Cap. 11♡

— Que quieres mía, no estoy de humor —le dio un sorbo a su bebida—

—Sentándose frente a él— puedo sentarme verdad

— Ya lo hiciste —responde frío—

—Llamando a un joven— Una limonada por favor

— En seguida

— Adrien la última vez me rechazaste y pues el destino hizo que nos encontráramos de nuevo

— ¿Y eso qué?

— Su limonada señorita

— Muchas gracias —sonríe y el joven se va— Adrien estas más amargado de lo normal, de seguro tu esposa no te cumple como quisieras verdad

— CALLATE MÍA, eso no te importa

— Con esa reacción me lo confirmas, ¿para qué te casaste?, si conmigo tenías de todo sin ningún compromiso de por medio —dijo mientras acariciaba su mano—

— Déjame en paz Mía, ¿que rayos quieres?

— Que vengas conmigo, te relajes un poco y la pasemos bien un rato

— Mía que parte de estoy casado no entiendes —dice mostrándole las manos donde tenía el anillo de bodas—

— Como te dije la otra vez, tu esposa no tiene que enterarse —mencino acercándose con intensión de besarlo—

Pov Marinette
Después de nuestra discusión Adrien decidió irse, ahora siento que desquite mi enojo con él y no es justo, ninguno de nosotros dos tiene la culpa, la idea que propuso no es tan mala, creo que es la mejor opción, entonces al estar sola en casa me dispongo a preparar mi maleta y la de Adrien espero que no se moleste, al terminar decido salir a dar una vuelta, subo a mi auto me dirijo al Parque y estacione mi auto, empecé a caminar y mientras lo hacía tome la decisión de pedirle disculpas a Adrien, a lo lejos observé un pequeño restaurante de comida rápida, así que empecé a dirigir mis pasos a ese lugar para comprar algo de beber, pero al estar a poco de llegar, me doy cuenta que Adrien esta allí con... otra chica, se ve que están conversando muy a gusto, ella empieza a acariciarle las manos, no continúe con mi camino, sino que preferirí quedarme a observar de lejos que más sucedía entre ellos, luego la chica posó su mano al rededor de su cuello y se acercó a él con la intención de besarlo, y él no ponía resistencia, no quería ver como se demostraban amor así que me fui de allí, directo a la casa, ¿que rayos me pasaba? ¿por que me sentía así? ¿Por qué esperaba ver que el se opusiera? Él tiene el derecho de salir con quien se le antoje y yo no puedo reclamarle nada, ¿por qué me sentía triste?...

•Mientras Tanto con Adrien•

— Voltea la cara hacia otra dirección— Que parte de NO ME INTERESA TENER NADA CONTIGO no entiendes, Mía quieres que te explique con manzanitas que ESTOY CASADO y que no le seré infiel a mi esposa

— Pero...

— Pero nada, YO AMO A MI ESPOSA, POR ESO ME CASE CON ELLA, grabatelo —dijo mientras tocaba la frente de la joven con el dedo índice— Ya no me vuelvas a buscar, si tú no quieres una amistad normal, entonces olvídate de que existo —Saco unos billetes y los dejo sobre la mesa y luego se fue—

La noche se había hecho precente, después de que Adrien saliera de aquel restaurante se dispuso a ir a otros lugares y el último que visito fue un bar y lo que pidió de beber fue cerveza ya que la discusión con Mía no le había permitido terminarse la que había pedido en el restaurante, se tomó dos y después de diriguio a su casa.
Por otro lado Marinette trataba de descifrar porque sentía enojo y tristeza después de haber visto aquella escena, se repetía una y otra vez que él tenía el derecho de salir con quien sea y de hacer lo que sea, por que el matrimonio fue obligado, que no tenía ningún derecho de sentirse así, ni mucho menos de sentirse... celosa, porque no lo amaba, porque no podía amarlo.
Adrien llegó a casa, al entrar se encontró con Marinette

— Hola —saludo—

— Pensé que no ibas a venir a dormir —su tono era frío—

— ¿Por qué?

— Nada, son ideas locas mías, dejé en la cocina la cena solo tienes que calentarla

— Tú no vas a cenar

— Ya cené, por cierto me tomé el atrevimiento de empacar tus cosa para el viaje de mañana

— El viaje lo había olvidado

— Claro es lógico, como estabas muy ocupado —mencionó sarcásticamente—

— ¿De que estas hablando?

— Tu mejor que yo debe saberlo, buenas noches —estaba dispuesta a irse pero él la tomo del brazo—

— Habla claro

—Safandose del agarre— ¿que quieres que te diga?

— Por qué insinúas que no vendría esta noche

— Tomaste verdad

— Eso no importa, no me cambies el tema

— Deseguro la fiesta con tu amiguita estuvo bastante bien, solo espero que no armes un escándalo

— ¿De que amiguita hablas?

— Ahora me vas a salir con que no te acuerdes

— Es que no se de que estas hablando, es verdad, si tomé pero un par de cervezas y estaba solo

— Si, claro y yo nací ayer, no me quieras ver la cara de estúpida, se perfecto lo que vi, ahora sí me permites me voy a dormir

— Hey, no, tu no te vas hasta que me aclares lo que dices que no entiendo nada —dijo atrayendola a él, para después colocar sus manos alrededor de su cintura impidiendo que se fuera—

— Hacerte el desentendido es lo que te conviene, ¿no? sabes que ya sueltame quiero irme a dormir

— HABLA CLARO MUJER

— Te vi con una chica en el restaurante del parque

— Y estas celosa por eso

—Finge reírse a carcajadas— Celosa yo, hay por favor, no seas ingenuo

— Entonces por qué me reclamas

— Mira Agreste, puedes hacer lo que te plazca con quien sea, a mi no me importa, solo una cosa que no sea en público, no queremos disgustos con nuestros padres por un escándalo y además tampoco quiero estar en la boca de la gente, entre habladurías, recuerda que todos piensan que estamos "enamorados" y que por eso nos casamos

— Lo que pasó con Mía, no es lo que parece, déjame explicarte

— No tienes nada que explicar, ya te dije puedes hacer todo lo que te venga en gana y con quien quieras, a mi no me interesa, ok. Ahora sí me permites quiero irme a dormir

— Solo una última cosa, de verdad no sentiste celos, ni siquiera un poquito

— En absoluto, buenas noches —se va—

— Quiero que sepas, que nunca te seré infiel, eso tenlo por seguro

Ella se detuvo unos instantes a escuchar lo que diría y después continuo con su camino, sin decir ni una sola palabra.