Louis había iniciado bien la semana.
Había asistido (más a regañadientes que por iniciativa propia) a los ensayos con la banda de Lewis, para su buena fortuna, sus demás compañeros no eran tan habladores como el novio de su hermana, y tenían algo de buen gusto musical.
Esa mañana Rachel le había hablado por videollamada, lo tomó por sorpresa. Con tanto quilombo, ni siquiera recordaba que ella existía.
-¡Lou!, ¡mi amor!
-Oh..¡Rachel!
Pudo ver el paisaje a su alrededor, pero no distinguía nada con claridad, era un poco miope.
-¡Cielo!, ¿qué tal va todo?
-Bien..- esbozó una sonrisa -¿Cómo va todo en Austria, eh?
Rachel giró los ojos.
-Es Australia, bobo.
-Australia, ejem...¿que tal va todo?, ¿ya tenés amigos canguros?
La chica cerró los ojos, tratando de reprimir una sonrisa.
A veces Lou podía ser tan tierno...era imposible enfadarse con él.
-Por acá todo bien...ayer he entrado a la sala magna de neurología y ciencias de la psiquiatría, Dios Lou, ¡tenés que mirarlo!, y ayer me pasé también por el anfiteatro, tienen un piano en la sala, y me he acordado de vos.
Louis sonrío.
-¿El piano es guapo?
Estuvieron hablando cerca de una hora, porque Rachel debía tomar clases y aún tenía trabajos por entregar, al parecer, se la veía muy contenta y animada, y Louis se sintió bien por ella.
Por su parte, le contó acerca del nuevo novio de Lottie, de que estaba pasando tiempo en casa de mamá y de como estaba tocando instrumentos en una nueva banda, para comprarle una casa a Jay.
-Te amo, Lou.
Sintió una opresión en su pecho.
-Yo...yo también, Rachel.
Colgaron.
Alzó la mirada y encontró a su madre recargada en el marco de la habitación.
-C...¿cuánto tiempo llevás allí?- preguntó sobresaltado.
-Lo suficiente como para darme cuenta de que no sos del todo sincero. ¿Cuándo planeas decirle?
Cerró los ojos con fuerza y se masajeó las sienes, como si estuviera en un mal sueño.
-Yo...ella no merece esto...
-Lo sé, por eso mismo te lo repito: debés ser sincero con ella, lo merece.
-Yo...yo lo haré, se lo diré pero...no ahora, sino...cuando vuelva...
Jay asintió sin demasiada convicción.
-Dale ya, cambiate y vení a la mesa, ya está el desayuno.
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-Lou, mi amor, ¿podés pasar a dejar a las gemelas al girl scout?, debo cocinar y entregarle el pedido a la señora Dewhite, por favor cielo.
Las gemelas le lanzaron una mirada de compasión.
-Por favorcito, Lou.
Frunció los labios.

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EL CHICO DE LOS CD's III
FanfictionBue, ¡hola! Esto es tipo una continuación del Chico de los CD's original y la segunda versión, de @samp_0123, si no han leído alguna, ¡corran a ello!, les dejo los links en los comentarios del primer capítulo, básicamente acá veremos a un Lou basta...