Mi nombre es Anahí Volturi soy hija adoptada de Caius y Athenodora tengo 306 años pero aparento unos 17 o 18 depende del punto de vista de cada uno. Mi padre me convirtió a los 18, que les puedo decir de mi, LO TENGO TODO!, todo lo que yo quiera lo...
Aro, Sulpicia, Marcus y los guardias claramente nos estaban esperando. Mi padre de la manera más pacífica se encerró hablar con los dos reyes.
Mi madre, Vladimir y yo tuvimos que esperar mientras que la guardia nos estaban matando con sus miradas.
¿Y cual era el fin de la reunión?
Efectivamente Vladimir y yo, pertenecíamos el uno al otro y la única manera en separarnos es que los dos no existiéramos. Ni mi padre, ni mi madre, peormente Vladimir no iban aceptar que algo me suceda. Y de mi parte, ni el clan rumano íbamos a permitir que le suceda algo a Vladimir
¿Rompiendo reglas?
No, somos vampiros, el único mal en todo esto es el simple hecho de que por siglos los dos clanes tienen una rivalidad de poder.
Cuando entramos nosotros a la sala, Vladimir habló dejando en claro que lo nuestro no es un juego, ni manipulación, ni nada que tenga que ver con la rivalidad de ellos. También dejó en claro que el hecho que esta conmigo no significa que queda todo resuelto con los dos clanes. Una cosa no tiene nada que ver con la otra.
Los reyes mas estaban preocupados por lo que podrían hacer los demás miembros del clan rumano. Stefan prometió que nuestra relación no interferirá con lo otro.
En otras palabras, no le interesa.
Vladimir y yo frecuentábamos viéndonos muy seguido, al principio tuvimos que tener un lugar propio para que nadie se disguste. Pasando los días Vladimir o yo pasábamos mas tiempo en nuestro perímetro, pero no olvidando las pautas que había dejado en claro Aro.
Vladimir para estar dentro del castillo tendría que estar acompañado de mí, caso contrario podrían pensar que esta haciendo algo malévolo. ¿Hostigoso? Si, y mucho.
Ahora estábamos en el jardín del castillo, sentados en el césped verdoso y con sus pequeñas flores de margarita que resplandecía en este día muy soleado. Yo permanecía recostada en su pecho mientras que Vladimir tenía su mejilla izquierda sobre mis cabellos, y con sus dedos enrollaba mi melena suelta que colgaba sobre mis hombros.
- ¿Tienes miedo? – interrumpió nuestro silencio
- No – dije segura – pero tengo mis dudas y sospechas... no es normal, mas que todo por parte de Aro, no es normal que no exista escandalo por nosotros, estamos hablando de ustedes – alcé mi vista para encontrarme con sus ojos – Me refiero, a que ustedes son el clan más odiado de todos
- Que sincera – bufó Vladimir con una sonrisa
- No lo digo por mala, sabes que es verdad
- Si, comprendo
- ¿Tu que has pensado? – pregunté – ¿o tu familia que ha dicho?
- Sabes que el que tenia mayor problema era Stefan – dijo – los demás te adoran. Stefan algún día lo asimilará y espero que algún día me pueda hablar.
La manera en como Stefan aceptó lo nuestro no era de sorpréndete. Desapareció por varios meses, mientras que mis padres y Vladimir llegaban un acuerdo junto con el clan Volturi y el clan Rumano.
Pocas veces me comentaba Vladimir que veía a Stefan pasar, pero lo hacia por Helena, solo se quedaba por horas. Pero en estos últimos días ha regresado más seguido, y por lo menos voltea ver a Vladimir.
Deseo en verdad que Vladimir y Stefan vuelvan como antes, me sentiría mal si en verdad se rompe ese lazo de hermandad y amistad que han tenido por años.
Sé que Vladimir me ha dicho que no me haga ideas malas de todo esto, pero a veces no se puede evitar andar pensando en la situación
Vladimir tiene permitida la entrada al castillo, pero prefiere mil veces estar en otro lado, así que la que este más tiempo fuera del castillo soy yo. Me entristece, por mis padres, y sé que algún día tendré que decidir si me quedo o no. Claro, si es que me llego a casar con Vladimir.
- No te atormentes – besó mi mejilla.
- No lo hago
- Sabes que no te exigiré nada - replicó
- Pero tengo que decidir algún día...
- Algún día – respondió – quien sabe si en unos años a la final todos vivimos juntos
No pudimos evitar soltar una carcajada ante su propio comentario
- Como dicen los humanos. Dios te escuche – dije
Me abrazó a su pecho, dándome un beso en mi frente.
El tiempo lo dirá...
FIN!!!
Se que me he demorado un monton y mas que eso... y pido mas de mil disculpas, pero la verdad no sabia como terminarla ni tampoco quería hacerla muy extensa. Tal vez no sea el mejor final, pero fue lo que en estos días se me vino en mi mente y sabia que por muy tarde que sea tenia que terminarla.
Soy Jenny y tengo dos historias mas.
- Locas Vacaciones (Volturis)
- Heidi y Demetri (Amor Im-posible)
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