Capítulo 34

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*Lena Pov.*

Kara estaba demasiado estresada, se le notaba. Estaba con Hans y Dante dormidos en sus brazos sobre la cama, mirándolos dormir pero podía ver que sus ojos estaban perdidos en algún pensamiento profundo desde hacía casi una hora. La vi mirar mi celular por un momento y me pregunté qué carajos estaba pasando por su cabeza.

—Lena... —Dijo finalmente—. ¿Me prestas tu celular?

—Sí, claro. —Le dije, extendiéndoselo—. ¿Para qué lo necesitas?

Tomó y la vi buscar entre mis contactos.

—Voy a llamar a tu hermano. —Me dijo y la vi llevarse el teléfono a la oreja, esperar y reaccionar—. Hola, Anton. Soy Kara. Sí, todo está bien. Mira, quiero pedirte un enorme favor.

Kara levantó la mirada y sabía que estaba tramando algo.

—La cuestión es que sé que Alex quiere a Linda y no sé qué hará mi hermana pero debes mostrarle a Alex en lo que se está metiendo. —La miré sorprendida y me hizo un gesto para que no diga nada—. Sí, dale una muestra de lo que es este mundo. Tiene que ser consciente de lo que está arriesgando y lo que deberá dejar atrás solo para estar con Linda... sí... lo sé... pero confío en ti. Esto tiene que hacerse, Anton... está bien... Sí, claro. Espero tu llamada. Cuídate.

Cortó la llamada y me devolvió el teléfono por lo que la miré.

—¿Qué acabas de hacer? —Le dije y sonrió.

—¿Alex quiere ser parte de esta familia? Pues tendrá que ver lo que involucra estar en ella.

—Kara, ella no es un candidato al cual debes probar como a los chicos de aquí. —Le dije y me asintió.

—Tienes razón, no lo es. —Dijo y tomó a Hans que comenzó a llorar—. Es una candidata a pasar el resto de sus días junto a mi hermana y en la primera oportunidad fue a acostarse con una mujer.

Hans estaba calmándose y suspiré.

—Mejor llevemos a los niños al cuarto para que duermen bien. —Le dije y me asintió.

Tomé a Dante en mis brazos y Kara a Hans. Los llevamos hasta la habitación y esperamos a que estuvieran bien dormidos. Activamos las cámaras que nos alertarían si se despertaban y nos quedamos abrazadas mirándolos dormir uno al lado del otro por un momento.

—Tenemos los hijos más hermosos. —Dije y Kara me asintió.

Tomó mi mano y me sacó de ahí, cerrando la puerta despacio. Llegamos a la habitación y tras cerrar la puerta, me arrimó a sus brazos y acarició mi rostro con ternura.

—Eres la mujer más hermosa del mundo. —Me dijo y sonreí—. ¿Puedo tenerte esta noche?

—Ya no estoy en mis días... —Le dije con una sonrisa—. Así que puedes.

Me acerqué a sus labios para besarla y me tomó posesivamente entre sus brazos. Sus manos iban quitándome las prendas de ropa al tiempo que su lengua tomaba la mía con fiereza. Dejamos la ropa en el piso, incluida la ropa interior y para cuando quedamos desnudas mi entrada ardía en deseo y su miembro estaba bastante animado. La llevé a la cama y mordí mi labio, guiándola. La hice sentarse encima de mí y acerqué su cadera a mis pechos. Me miró frunciendo el ceño con diversión como tomé su miembro entre mis senos, los cuales apretaron su largo mientras la punta iba a mi boca. La observé con diversión mientras mi lengua jugaba y sus caderas poco a poco comenzaron a moverse contra mí.

—Oh, diablos... —Dijo al sentir como succionaba la punta—. Vas a hacerme venir en tu boca si sigues así.

—Por mí puedes hacerlo. —Le dije sonriendo.

Arranged Marriage - Supercorp AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora