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Kihyun tuvo un sueño en el que las cosas más cálidas lo envolvían durante horas con tal de velar su descanso; era como estar acostado sobre miles de piezas de algodón, piezas tan bien unidas que al final conseguían volverse lo suficientemente sólidas para que no se hundiera en ellas. Pero la contradicción del asunto fue lo que hizo que dudara en primer lugar, porque el algodón no podía ser tan duro ni emanar aquel calor abrasador que ya estaba consiguiendo que se sintiese sofocado. El pinchazo de dolor en su espalda baja fue la última razón para que comenzara a cuestionarse qué clase de cosas habían sucedido, y lo que ocasionó su despertar al final sólo para notar algo importante: Hyunwoo estaba con él (mejor dicho, Kihyun estaba recargado en su pecho) y este roncaba ligeramente, bastante sumido todavía en su mundo fantasioso.

Le sorprendió percatarse de forma repentina de que lo que había pasado entre ellos no había sucedido simplemente en su cabeza, sino que fue completamente real. Recordó los besos compartidos, las caricias de las grandes manos del mayor recorriendo su cuerpo con cuidado y sus propios gemidos que consiguieron resonar en su cabeza para hacerlo sonrojar. Ahora era cuando toda la valentía de la noche anterior se presentaba como un acto total de vergüenza. Aunque, a pesar de ello, la felicidad en su pecho se sentía mucho más grande que antes, por el sencillo motivo de que creía que habría más conexión ya que los dos habían podido congeniar de esa manera. ¿Hyunwoo estaría enfrentando las mismas emociones? Realmente esperaba que fuera así.

No se contuvo cuando su necesidad de tocar el rostro del moreno se acrecentó, estirando una de sus manos para alcanzar a rozar apenas sus labios. No obstante, no esperaba que Sohn abriera su boca y atrapara su dedo en una mordida que apenas podía sentir, por lo que terminó terriblemente apenado ante el hecho de ser descubierto.

"Creí que dormías". Dijo en voz baja y con sus orejas pintándose de rojo.

Hyunwoo lo soltó y rio. Kihyun entonces ubicó ambos brazos en el pecho de su contrario para recargar allí su mentón.

"Desperté cuando tú lo hiciste, solo estaba descansando la vista". Admitió con una sonrisa larga, enfocando apenas sus ojos en los del pelirrosa.

"Me duele todo". No quiso mentir al respecto, tarde o temprano debía enfrentarse a ese vergonzoso hecho, era mejor que dejase de pensar en ello como algo de otro mundo.

"¿Quieres que te consiga una pastilla?".

"Estaré bien". Confesó. Hyunwoo se movió de tal modo que de un segundo a otro Kihyun quedó debajo de su cuerpo, lo suficientemente sorprendido por el cambio de roles y nervioso porque la nueva posición conseguía hacer que su imaginación volara hacia diversos escenarios. "¿Qué estás haciendo?".

"Buen día".

Estaba seguro de no ser tan bueno descifrando las expresiones de los demás, pero la manera en que Hyunwoo lo miró, con tanto cariño y anhelo en sus ojos, le aseguró que a partir de allí las cosas serían distintas para ellos.

No dudó en sonreírle y atrapar aquellas mejillas entre sus manos, tampoco para abrazar su cuello después y hacer que sus labios se rozaran con delicadeza. Cualquier acto realizado con Hyunwoo era especial, hasta algo tan mínimo como sincronizar sus bocas.

"¿Me escuchaste anoche?". Preguntó el mayor, apartándose unos centímetros para poder observarlo.

"¿Respecto a qué?". Murmuró. Esperaba no haber pasado por alto algo relevante.

"Respecto a que te quiero".

Kihyun volvió a sonreír y suspiró, sus palabras tardaron en salir de su boca, todavía estando temeroso de terminar lastimado de algún modo; pero sabiendo que el otro esperaba, casi rogaba, por una respuesta, no pudo contenerse más de confesar.

Beginning of the paradise [showki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora