Beginning of the paradise [showki]

Final alternativo (2)

"Perdóname". Repitió en voz baja. Kihyun lo apretó un poco más y suspiró.

"Te perdono. Todo eso ha quedado en el pasado".

Bastó con apartarse y dedicarle una sonrisa para que Hyunwoo dejara de sollozar. Al inicio, Kihyun sabía que probablemente debió haber puesto una cara tonta cuando le conoció, justo como la que el mayor tenía en ese momento, como un adolescente experimentando por primera vez un amor fugaz. Era casi irónico que ya que él había conseguido superarlo, esta vez era la otra parte quien quería intentarlo.

Se inclinó para besar su frente.

"Vamos, tienes que prepararme algo de comer. Estoy hambriento". Bromeó solo para que el ambiente no se volviera, de alguna manera, incómodo.

Hyunwoo le devolvió la sonrisa y se levantó tan rápido que para Kihyun pareció irreal.

"Si puedo ayudarte con eso, haré lo que sea por ti".

Un sentimiento de calidez le invadió el pecho justo cuando le vio marcharse. Trató, con cuidado, de sentarse sobre la cama, apenas notando que a su lado se encontraba una caminadora. Sus piernas no estaban lastimadas, pero sentía que si avanzaba por sí mismo su cuerpo entero terminaría traicionándolo, por lo que se apoyó en ella y salió a paso calmado de la habitación también.

Estaba en el segundo piso y ciertamente no le era de ayuda dadas sus condiciones, sin embargo, Hyunwoo se lo encontró justamente cuando estaba planeando cómo bajar las escaleras.

"Vas a caer". Advirtió llegando a su lado casi corriendo. De repente, y sin que Kihyun pudiese ponerle mucha atención, el moreno lo tomó en brazos y como pudo sostuvo con una de sus manos también aquella caminadora.

"No recordaba que fueses tan fuerte". Bromeó mientras observaba hacia abajo para no tener que toparse con la mirada de Sohn.

"Mejor dime qué vas a querer para el desayuno".

"Uh, no lo sé, tal vez algo ligero".

La cocina era llenada más que por los repiqueteos que ocasionaban los cubiertos que Hyunwoo acomodaba sobre la mesa del comedor. Una vez habían llegado hacia allá, Kihyun se había visto sentado sobre una de las sillas para que no se esforzara en mantenerse de pie. Su madre seguramente seguía durmiendo, porque no la veía por ningún lado.

"Hay algo que quiero saber". Dijo de forma repentina, en tanto veía la espalda del dueño de la casa.

"¿Acerca de qué?".

"Si lo que me dijiste aquel día es cierto... que me amas... ¿Por qué no me llamaste ni una sola vez en tantos meses?".

Hyunwoo se tensó un instante; lo supo porque paró los movimientos de sus brazos y después se recompuso como si no hubiese escuchado la pregunta. Sin un ápice de nerviosismo, este secó sus manos y bajó la intensidad de la llamarada sobre el fogón, solo para volverse a él y sentarse enfrente suyo.

"¿Quieres saber la verdad?".

"Sé que, al menos, esta vez no vas a mentirme". No quiso sonar duro, pero le era imposible considerando lo herido que había quedado luego de la partida del más grande. Creyó que con sus palabras Hyunwoo lo echaría a patadas, no obstante, Sohn se limitó a tomar sus manos con anhelo.

"No hay mayor verdad que esta: soy un imbécil".

Kihyun no pudo evitar esbozar una sonrisa. Al menos Hyunwoo aceptaba sus errores y lo tomaba con humor.

"Fuera de eso que ya todos sabemos", explicó aún sonriendo, "¿hay otro motivo?".

Hyunwoo largó un suspiro y asintió despacio. "No tuve ningún medio de contacto... Minhyuk no me permitió llevar nada más allá de mis prendas".