Beginning of the paradise [showki]

05

Kihyun estuvo en problemas cuando tenía diez años de edad, incluso el recuerdo de lo sucedido le hacía estar terriblemente incómodo, justo como se sentía en ese preciso momento. Mientras el receso en su escuela aún no acababa, él se dedicó a dar una vuelta por la institución ya que no tenía amigos para juntarse con ellos, fue así como terminó llegando a la cancha de baloncesto, donde, por accidente, había terminado viendo a dos de sus profesores haciendo cosas indebidas. Pero lo peor no fue eso, sino que fue descubierto y llevado a dirección por espionaje donde no le competía. En la oficina, el director y los profesores le dijeron a su madre que en realidad él había espiado a dos estudiantes, lo cual había finalizado con Kihyun gritando que eso no era cierto, acusando a los maestros y llevándose un castigo por mentir. El asunto fue sumamente injusto, sin embargo, él no pudo hacer nada para librarse de ello. Ahora con Minhyuk sentado a su lado en un pequeño sofá mientras le contaba un poco de su vida, Kihyun se sentía exactamente igual a aquella vez en la que fue expuesto frente a su madre con calumnias. Quería desaparecer.

El café en su mano se enfriaba poco a poco, pero no era capaz de moverlo de encima de sus piernas, seguramente sus temblores se encargarían de hacerlo ver como un tonto.

"... Es bueno haber  llegado". Minhyuk le ofreció una sonrisa. En cierto modo Kihyun podía entenderlo, Minhyuk era un chico bastante hermoso y cálido, no le sorprendía que estuviera comprometido, y menos con aquel hombre. "¿A ti también te pareció extraño?".

"Perdona, ¿el qué?". Respondió saliendo de sus pensamientos.

"Seungkyun". Dijo ahora con más ánimos. "Cuando se acercó y me dijo que era lo suficientemente precioso para trabajar en esto, me pareció que era una locura. Que él era un hombre raro". Kihyun se fijó en Shownu: estaba detrás de Minhyuk, dándole la espalda a ambos, tecleando algo en su celular. "Pero jamás se propasó conmigo y le fui tomando confianza".

"A-Ah, cierto". Parpadeó un par de veces y se golpeó mentalmente antes de continuar. "Me pidió trabajar para él, sin rodeos, me sentí... cohibido. Pensé que era un pervertido".

La carcajada que Minhyuk largó hizo a Kihyun llevar su mirada hacia él. "Sí, eso sucede. Aunque hay cosas interesantes en su historia, ¿sabes?".

"¿Como cuáles?".

"Veamos... Los compañeros de escuela de Seungkyun también creían que era un pervertido por tener la idea de crear esta empresa, lo tachaban de depravado y más cosas horribles".

"Es que... querer supervisar esto, estas escenas, es..."

"Seungkyun es asexual, Yongha. Te aseguro que lo que menos quiere es hacer algo indebido en los sets, y se asegura de que los demás empleados nos respeten. Este es un trabajo como cualquier otro, puedes sentirte libre".

"Ya veo". Bajó la mirada hacia el vaso de café, apenas notaba que su pie derecho repiqueteaba contra el suelo, nervioso. "Supongo que puedo sentirme seguro con él. Además se ve bastante joven".

"Tiene cuarenta años". Le soltó luego de darle un sorbo a su bebida. Kihyun abrió sus ojos sin poder creérselo.

"¿Cuarenta? No lo hubiera esperado".

"Por supuesto, le costó levantar todo esto", admitió echando un vistazo por la habitación.

"¿Ustedes son cercanos?".

"Fui uno de sus primeros actores. Poco después de haber ingresado lo hizo Shownu también, gracias a Seungkyun es que lo he conocido, le debo mucho". La sonrisa de añoranza que plasmó en sus labios causó que a Kihyun se le revolviera el estómago. Era extraño como la mierda estar hablando con el prometido del dueño de todas sus fantasías más absurdas, era casi tan estúpido como aguantarse el confesarle que se había masturbado pensando en Shownu. Enfermo, sería la palabra adecuada para describirlo.