Beginning of the paradise [showki]

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Changkyun le escribió días después para que se encontraran en el mismo sitio de siempre luego de clases. Hasta el momento no habían vuelto a charlar de frente, ocasionalmente se escribían tal y como Kihyun hacía con Hoseok, por lo que le emocionó el hecho de tener alguna salida oficial con el pelinegro después de tanto tiempo. Pasar sus ratos libres en casa ocasionaba que sus pensamientos se vieran encaminados hacia donde no necesitaba que lo hicieran.
Era viernes, con suerte Kihyun no tendría que presentarse en Paradise sino hasta que su contrato terminara, al menos podía agradecer ese hecho.

Su rutina de vez en cuando se consumía al pensar en Hyunwoo; a final de cuentas, la herida seguía fresca en su pecho, así que salir con alguien cercano realmente le ayudaba a despejarse.

El menor lo esperaba agitando su mano en alto al instante en que sus miradas se encontraron, el Sol estaba apenas queriendo ocultarse a sus espaldas y Kihyun admiró vagamente el color naranja adornando la silueta de su compañero. Su propia sonrisa se elevó tan rápidamente que ni siquiera tuvo tiempo de reprimirla.

"¿A dónde iremos?". Le preguntó al estar ambos caminando aparentemente sin rumbo fijo.

"A mi casa. Mis padres se han ido por unos cuantos días, pensé que sería buena idea si preparamos algo para cenar".

No tuvo que considerarlo dos veces antes de aceptar, haciendo así que su camino se convirtiera en una ruta trazada para poder llegar a casa del pelinegro antes de que el día comenzara a ser la noche. Si se le hacía demasiado tarde para volver, tampoco tenía problema, sabía que bastaría con decirle a su madre que se hallaba con Changkyun para que esta se tranquilizara y le permitiera quedarse allí. Estaba feliz por que su antes quebrada amistad tenía oportunidad de volverse fuerte; Changkyun nunca dejó de ser importante en su vida, y ahora que aparecía cuando no estaba en su mejor momento se sentía bastante en deuda con él.

Paró sus pasos una vez que el menor lo hizo y juntos se adentraron al hogar del que sería su anfitrión esa cálida tarde.

Probablemente si alguien, cualquier persona, le hubiese dicho que en algún punto volvería a ser cercano a Changkyun luego de esa discusión en que ambos se contuvieron de decirse algunas cosas, Kihyun tardaría... Pero definitivamente lo hubiera creído. No obstante, tal vez se demoraría en aceptar que esa cercanía se volvería un espacio cerrado, porque no comprendía cómo de un segundo a otro había terminado así: con sus piernas desnudas enredadas alrededor de la cadera del azabache.

Si se movía a través de sus pasos cuando recién ingresaron al lugar, tenía fugas en que se veía a sí mismo con Changkyun divirtiéndose mientras cocinaban y llenaban sus estómagos. Pero todo empezaba a distorsionarse en tanto los destellos de los dos consumiendo alcohol aparecían en su cabeza como ocasionales relámpagos. Quizás había sido mala idea haber aceptado que él y su amigo bebieran para distraerse, su versión cuerda no se lo volvería a permitir, mas no podía modular ninguna palabra en contra, porque estaba demasiado ocupado con su lengua en la boca del menor y sus dedos apretando su cabello.

Changkyun no se había molestado en quitarle la camiseta, ni tampoco lo había hecho con la suya, todo había sido tan rápido que era en ese mismo instante en que Kihyun estaba procesándolo. Aunque no quería quejarse ya que sabía que el sudor podía servirle para bajar un poco su estado de embriaguez.

Se encontraba con la espalda pegada a la pared, atrapando a su amigo con sus piernas como si fuera un koala queriendo trepar por las ramas para encontrar su lugar seguro. La sola analogía le hizo reír para cortar el beso, en el momento exacto en que la punta del pene de Changkyun se presionaba contra su canal anal y le robaba el aliento.

En otras circunstancias Kihyun no hubiera aceptado nada igual, pero debido a que los dos estaban lo suficientemente ebrios, la temperatura de su cuerpo había subido sin poder oponerse a ella.