Capítulo siete 🔞

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El viernes pasó tranquilo, pero no para Zhan. Él ya sabía como terminaría y cómo sería cada fin de semana. Ambos estaban en el auto de Yibo yendo a su casa, este solo miraba al frente con una sonrisa. Zhan solamente abrazaba su mochila y miraba tras la ventana.

—¿Eres sensible al dolor?

Zhan dio un respingo al escucharlo, pero solo suspiro y volvió su mirada tras la ventana. —Claro que sí, como toda persona en el mundo. ¿Qué clase de preguntas estúpida es esa?

—Uff, bueno. Lo siento... Por tí —rió por lo bajo y volvió su mirada al frente.

Cuando llegaron a la casa de Yibo, este estacionó el auto y ambos bajaron. Al abrir la puerta, Yibo guió a Xiao hacia el sótano, "así que aquí se encontraba ese lugar", pensó. Estaba tranquilo hasta que sintió un brazo rodear su cintura por detrás y una risa nasal en su oido.

—Quítate la ropa y espérame desnudo, ¿okey?

Zhan asintió, de repente sintió que la otra presencia se alejaba, hasta quedar completamente solo. Empezó a quitarse la ropa, hasta estar desnudo. Esperó unos minutos y pensó: "¿se habrá arrepentido?", pensó sonriendo. Se quedó parado, pensando en que tal vez no pasaría algo, hasta que su visión fue cortada; como si hubiera estado en un lugar con mucha luz y de repente lo apagaran todo, dejándolo en completa oscuridad. Sintió una presión detrás de su cabeza y que pateaban sus piernas dejándolo de rodillas. Tenía la respiración acelerada, pero todo pensamiento se fue otra vez cuando sintió que sua manos eran alzadas y amarraban sus muñecas, como si estuviera colgado. A todo esto, se sumaba el hecho de que Zhan estaba de espaldas y cegado por una venda negra, otra vez. Yibo solamente lo veía como un depredador a punto de devorar a su presa, mientras tomaba el látigo de cuero colgado en una de las paredes.

—¿Recuerdas la última vez que hicimos una pijamada? —dijo Yibo, pasando el principio del látigo negro por la espalda de Zhan. Oh claro que lo recordaba, pero en ese momento no quería hablar. Yibo no esperó respuesta.

—Teníamos quince años —soltó una risa nasal—, recuerdo muy bien que dormíamos los dos en la misma cama —"¿que este solo se pondrá a recordar en pasado?", pensó Zhan. Yibo sonrió y se puso en cuclillas para con una mano acariciar la espalda de Zhan. —Recuerdo que hice esto cuando estabas dormido, solamente quería saber como se sentía tu piel. Desde ese entonces te traía ganas, pero de una forma tan impulsiva, obsena y vulgar que creí que era malo. Por eso me fui, para tratar de olvidar el inmenso deseo que guardaba. Pero creo que al final me sirvió de mucho, por que aprendí muchas cosas —la tela se su ropa rozó, dando a entender que se había levantado—, porque ahora te tengo a mi merced... Y solamente para mí —primer latigazo.

Zhan soltó un grito muy fuerte al acto, Yibo solo sonreía. El estar vulnerable y totalmente desprotegido a los actos de Yibo era un pesadilla, la mente la tenía completamente en negro.

—¿Sabes? Tus amigos son una personas muy buenas, pero también muy crédulos —segundo latigazo y otro grito de Zhan—. Apenas me conocieron, me amaron. ¿Qué pasaría si supieran lo que haces cuando no ven? —tercer latigazo.

Zhan solamente gritaba y jadeaba, su respiración era entrecortada. Minutos pasaron, la habitación se había llenado de gritos y jadeos, y esas desquisiadas risas por parte de Yibo. Sus muñecas estaban heridas, otra vez. Lloraba, pero no solo de dolor, sino que también de trsiteza. De un momento a otro sintió que le retiraban la venda y sus muñecas eran liberadas, cayendo al suelo.

—Si piensas que esto ha terminado, estás en un gran error.

Yibo levantó a Zhan a la fuerza y lo pegó contra la pared, sosteniendo sus manos arriba de su cabeza. Fue difícil para él abrirse la cremallera y sacar su ya erecto pene, pues tenía solamente una mano para hacerlo, pero lo logró. Se entró en Zhan sin avisarle o pedirle permiso, nisiquiera prepararlo. Zhan soltó un grito acompañado de un gemido. Yibo se movía rápida y bruscamente, sin importar lo que sentía Zhan. Este último solo gemía y jadeaba, porque Yibo estaba tocando un punto dentro de él que le hacía ver las estrellas y estallar en placer.

Zhan estaba sintiéndolo todo, hasta llegó a pensar que Yibo realmente lo hacía muy bien. Sus pensamientos estaban fijados en todo el placer que sentía, hasta que comenzó a dolerle. Se mordió el labio porque el dolor era fuerte y su ano ardía.

—P-Para. Por... Favor...

—¿Enserio quieres eso?

—Si... Te lo... Rue... ¡Ah!

—Mentiroso —Yibo rió y lo embistió con más brusquedad. Zhan estaba confundido. Quería que Yibo parara porque relamente le estaba doliendo, pero a la vez no porque estaba seguía tocando ese punto dentro de él que seguía haciéndolo gemir de placer. Sin salir de él, Yibo lo tomó del cabello y lo hizo caminar hacia la camilla de metal, donde lo sometió y siguió embistiendolo. Zhan ahora solamente sentía el dolor y nada más, pero no podía formular palabra alguna. Bastaron tres embestidas más y Yibo se corrió en Zhan. Salió de el y se tiró el cabello para atrás con una mano. Iba a decir algo sarcástico, hasta que vio que Zhan se desvanecio, cayendo fuertemente al suelo. Yibo abrió mucho los ojos, no entendía el por qué. Trató de averiguar que era lo que pasaba, pero lo supo todo cuando vio gotas de sangre. Ahora el alarmado era él, vio tambien que su miembro tenía unas líneas rojas. Pero era incrédulo, buscó la manera más confiable de asegurarse. Se puso en cuclillas y volteó suavemente a Zhan. Se aterró, abrió mucho los ojos y trato de sostenerlo para sacarlo de ahí.

—Mierda, mierda, mierda.

Pasa que, cuando Yibo volteó a Zhan, se dio cuenta de que su entrada sangraba, y de una forma preocupante.

Tentando al pecado [Yizhan +18] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora